Aunque el Ayuntamiento capitalino presumió que “tras un diálogo respetuoso” se logró el retiro de la mitad de mercaderes informales que, desde hace días, se habían plantado en la plaza de Armas, en el Centro Histórico, por la mañana de este martes se registró un roce con inspectores que no llegó a mayores.
El encargado de la Unidad de Gestión del Centro Histórico, Gonzalo Bárcenas Reyes, aseguró que se logró el retiro voluntario de al menos la mitad de los comerciantes, todo mediante concertación pacífica “y con apego a los protocolos de derechos humanos”.
Fueron alrededor de una veintena de comerciantes los que se retiraron, y continuaban las pláticas para tratar de que quede totalmente libre este espacio público.
“Si bien las personas tiene derecho de expresar sus inconformidades, se les hizo ver que no tienen permiso para desempeñar actividades comerciales”, dijo el funcionario municipal.
Hizo notar que tampoco se trata de coartar sus derechos, a pesar de que algunas de las consignas contra el Gobierno estatal son ofensivas, lo único que se pretende es que no se incurra en el desorden y la anarquía, además de que se respete también el derecho del resto de la población.
No obstante, a temprana hora se registró un roce entre ambulantes e inspectores de la Unidad de Gestión cuando se intentaba un desalojo; el incidente no pasó a mayores y no fue necesaria la presencia de la fuerza pública.
Según algunos mercaderes, los inspectores los habrían amenazado con retirarlos por la fuerza, si no se retiraban de la plaza de armas donde están instalados como parte de una protesta.