Se prevé que durante este año, el sector restaurantero finalmente regrese a los niveles que tenía en 2019, previo a la pandemia, indicó Eduardo Kasis Chevaile, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac).
El líder restaurantero indicó que el sector espera tener “la mejor Semana Santa de la historia” este año gracias a los eventos que ya son tradicionales año con año, como los torneos deportivos y la Procesión del Silencio, además del Festival San Luis en primavera que se extenderá por 15 días, “teníamos tres días muy buenos y ahora no va a descansar (las actividades)”.
Destacó que ese tráfico de personas se verá reflejado en mejores ventas para los restaurantes, por lo que hay buenas expectativas para este periodo vacacional; es así que se espera que este año finalmente los restaurantes alcancen los niveles de ventas que tenían previo a la pandemia, “San Luis es de los pocos estados que no se han recuperado desde el 2019, ya muchos estados lo lograron, en 2022 estábamos 20 por ciento abajo con respecto a 2019”, es por ello que el incremento en la actividad económica no es repunte, sino recuperación de lo que se tenía.
Manifestó que en el sector restaurantero se perdieron más de 2 mil 500 unidades económicas, y ya se han abierto igual cantidad de negocios, lo que muestra que poco a poco la economía se ha restablecido en el estado, por lo que dijo esperar que a lo largo de 2023 finalmente el sector restaurantero alcance el nivel de ventas que tenía en 2019, pues manifestó que con los cambios laborales aplicados este año como el aumento salarial de 20 por ciento y más días de vacaciones, aunado a la inflación desproporcionada y más aún con los créditos o deudas que algunos arrastran desde años anteriores, “muchos están en la línea de fuego”.
Kasis Chevaile también se refirió al caso específico de los productos del mar, que suelen tener un repunte en demanda en esta temporada, lo cual también se ve reflejado en un aumento en los precios, sin embargo recordó que las autoridades religiosas ya han recomendado a los feligreses que “consuman lo que les alcance” sin importar las restricciones que se practicaban anteriormente en torno a la alimentación.