Durante los últimos años se han detectado cerca de 60 nuevos casos de cáncer infantil cada año, los cuales han sido atendidos en la Unidad Médica Acreditada localizada en el Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto”, siendo los diagnósticos principales el de Leucemia como el tipo de cáncer más frecuente, seguida de linfomas y tumores del sistema nervioso central, informó Jocelyn Bravo Ruvalcaba, Jefa del departamento de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia de la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado.
Como todo tipo de cáncer puede ser curable si se detecta a tiempo, por lo que la Secretaría de Salud ha emprendido acciones para detecciones oportunas, entre ellas, la aplicación de manera bianual de la Cédula de Sospecha de Signos y Síntomas de cáncer, durante la consulta de niño sano, de las que se aplicaron 63 mil 408 en 2019.
“Desde 2008 se han atendido a más de 800 casos, por eso el Control del Niño Sano es vital, además de capacitaciones anuales dirigidas al personal de salud, pláticas con información concerniente a cáncer infantil impartidas a madres, padres o tutores, de las cuales en 2019 se impartieron 11 mil 755 en todo el Estado”.
Al celebrarse en días pasados el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer Infantil, dio a conocer que lo que se busca es aumentar la búsqueda intencionada de casos sospechosos de cáncer infantil así como expresar el apoyo a las niñas, niños y adolescentes con diagnóstico de cáncer, sus familias y a los sobrevivientes.
A nivel mundial el cáncer infantil es un problema de Salud Pública, que aunque su frecuencia es baja, es la primera causa de muerte por enfermedad entre los cinco y los catorce años de edad. En México anualmente se registran en promedio dos mil defunciones por esta causa en menores de 18 años, y 35 en nuestro Estado para 2018, concentrándose más del 70 por ciento de las muertes en la población escolar y adolescente.
Jocelyn Bravo Ruvalcaba, hizo un llamado para detectar signos y síntomas que orientan a sospecha de cáncer infantil, como puede ser fiebre recurrente o persistente, palidez, puntitos rojos y moretones sin ninguna causa, sangrados (en encías y nariz), debilidad, pérdida de peso, dolor de cabeza intenso y persistente, ausencia de reflejo rojo en el ojo, presencia de estrabismo (bizcos), proptosis (protrusión de uno o ambos ojos), presencia de ganglios o bolitas en cuello, axilas, inglés, presencia de masas en abdomen, o dolor intenso de huesos.