En ceremonia presidida por el General de Brigada DEM, Guzmar Ángel González Castillo y el alcalde de Mexquitic de Carmona, Rafael Pérez Rojas, se recordó la hazaña del soldado potosino Damián Carmona Ortiz, miembro de las Fuerzas Republicanas de Benito Juárez desde sus 18 años de edad.
Oriundo de San Marcos Mexquitic, al soldado Damián Carmona Ortíz perteneciente al 5° Batallón de San Luis se le honra cada 27 de abril desde 1867, cuando en la batalla contra el Ejército Francés se mantuvo en pie de lucha a pesar de que una granada destruyo su fusil y firme en el combate después de gritar “Cabo de Cuarto estoy desarmado”, se le dio otra arma y en vez de resguardar su vida luchó hasta el final.
Como homenaje a ese acto de “sublime serenidad” que le ha merecido el recuerdo permanente, en 1933 se declaró esta fecha como Día del Soldado, y en 1950 se convirtió en el Día de la Infantería, de gran significado para los miles de soldados que integran a la que se conoce como la reina de las armas.
En el evento desarrollado en la plaza principal de Mexquitic de Carmona, el Mayor de Infantería, Jorge Hernández Acosta dijo que no hay acto más sublime que el amor a la patria, y de todos los actos ninguno es más honroso que servir a México, y la celebración del Día del Soldado, se inspira en el valor de Damián Carmona, “con el que demostró de lo que es capaz la juventud mexicana cuando se está compenetrado en sus responsabilidad cívica e histórica, y cuando de verdad se quiere servir a la patria”.
Destacó que el gesto de Damián Carmona además de ser digno de recordar, “es atinado para rendir homenaje a los modestos soldados, que sin excusa ni pretexto participan en las más grandes luchas en defensa de causas justas entre las que sobresalen la defensa de la Soberanía Nacional alcanzando la gloria, aunque mueran en el anonimato como muchos en la historia de México”.
Dijo que el soldado es un celoso defensor de las instituciones, “no sabe de traiciones ni de venganzas porque adquiere disciplina en las actividades que le implican el cumplimiento de su deber, el soldado mexicano realiza la humanitaria labor cuando interviene en el rescate de víctimas de tragedias ocasionadas por el azote de fenómenos naturales y ayuda al progreso de regiones contribuyendo con su esfuerzo a realizar obras de interés común”.
Añadió que es un acto de justicia destinado a enaltecer a quienes desde el punto más modesto sirven a la patria, a los que exponen su vida en defensa de las instituciones, a quienes cuidan el orden público, a los que marchan custodiando la Bandera Nacional, y a los que por ella mueren, a quienes visten el uniforme, a los que ven caer a sus hermanos y siguen adelante, a los que tiene un sitio en la historia y solo se les recuerda en monumentos dedicados al soldado desconocido, a los que se entregan como hombres olvidándose incluso de sus nombres, a los humildes soldados que han contribuido con su sangre al triunfo de la revolución, a los que calladamente han contribuido a la grandeza de la patria, a ellos que siguiendo ejemplo de valor, firmeza y patriotismo demostraron como Damián Carmona: “cumplida su orden mi General”.
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