Reconocer la dignidad y derechos de la mujer ha sido complejo: Arzobispo

Dándole su lugar a la mujer estaremos haciendo fuerte a la humanidad, enriqueciéndola con la grandeza y aporte del “genio femenino”: Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de SLP

Daniela Aranda | El Sol de San Luis

  · domingo 8 de marzo de 2020

Arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Cabrero Romero / Norma Rivera

El reconocimiento de la dignidad y derechos de la mujer han sido un proceso complejo, con grandes aciertos, muchos avances, algunos errores y todavía incompleto; señaló el arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, en su colaboración para el semanario de la Arquidiócesis “La Red”, en torno a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

El prelado manifestó que al conmemorar este día se busca alcanzar un mundo en el que la mujer pueda ejercer sus derechos, participar en política y vivir en sociedad sin violencia ni discriminación, y consideró que para lograr esto “es importante proponer procesos que, partiendo de la verdad sobre la persona y su naturaleza social, tiendan a fortalecer su identidad, dones, capacidades, confianza, visión y protagonismo en orden a su propio desarrollo y a generar cambios positivos en la sociedad”.

Reconoció que “el aporte de la mujer en nuestra sociedad y particularmente en la vida y en la misión de la Iglesia a lo largo de toda la historia merece una alta valoración”, por lo que exhortó a la sociedad potosina a “hacer resplandecer la verdad acerca de la mujer”, a fin de que ésta pueda ser reconocida, valorada, respetada, promovida y defendida.

“¿Cuántas mujeres siguen siendo hoy víctimas de incomprensión, discriminación, inequidad, injusticia, acoso, explotación, miseria, abandono, violencia, modas y estilos de vidas degradantes, falta de oportunidades educativas, laborales y de participación social y política?, expresó.

Finalmente, Cabrero Romero invitó a todas las familias potosinas a impulsar desde la vida familiar una cultura que favorezca la vida, la dignificad, los derechos y deberes de toda persona, “y que brinde al mundo femenino oportunidades de educación, salud, respeto, trabajo, participación social y política, y un desarrollo integral en el que ninguna sea excluida”.