Entender el significado y las consecuencias de la inflación, ayuda a establecer objetivos financieros claros para tomar mejores decisiones, y hacer inversiones que generen beneficios para todo el núcleo familiar.
Por ello, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) emite diversas recomendaciones y sugiere adoptar un plan familiar para enfrentar la inflación, a fin de adecuar nuestros hábitos de consumo.
Elaborar un presupuesto familiar con detalle de los ingresos y gastos; esto con la finalidad de priorizar los gastos que son necesarios, e identificar cuáles pueden dejarse para después o suprimirse definitivamente. Hacer una lista de productos necesarios, esto ayudará a gastar solo lo indispensable y a no “echar al carrito” indiscriminadamente lo que se te antoja.
Hacer un análisis detallado de gastos prescindibles, pequeños y recurrentes, también llamados “gastos hormiga”, a fin de recortar algunos para poder generar un pequeño ahorro, pues, aunque su costo independiente pareciera poco, en conjunto sí pueden constituir un monto significativo.
Comparar precios y calidad de los productos; en este comparativo, también se deben considerar las plataformas de comercio electrónico confiables, ya que, en ocasiones, suelen tener una amplia gama de productos y marcas, y con frecuencia son más económicas.
Darle oportunidad a las marcas más económicas que garanticen una buena calidad, aunque no sean las que acostumbramos o nuestras favoritas. Una opción pueden ser las marcas “libres” o “blancas”, que son una línea de productos genéricos que el supermercado vende bajo su nombre con muy buen nivel de calidad, pues son productos que el comercio encarga a uno de los propios proveedores de las marcas que vende.
Tener cuidado con las ofertas; por ejemplo, el llamado “2x1” es un anzuelo que con frecuencia hace que las personas compren cosas que no necesitan; mientras que, hay otros comercios que pueden tener mejores precios, sin ofrecer descuentos. Por ello, hay que comparar el precio unitario antes de comprar.
Ser precavido con los meses sin intereses; aunque es una excelente opción para pagar poco a poco alguna compra, es importante no adquirir muchos productos o servicios bajo este esquema, de lo contrario acabaremos con una deuda mensual altísima.
Y, finalmente, en la medida de lo posible, diversificar nuestras fuentes de ingreso para que no depender de una sola y evitar problemas, en caso de que nos llegara a faltar.