Como cualquier penitente, pero sin túnica ni la característica capucha, funcionarios municipales y de varias instituciones realizaron ayer de manera informal el recorrido oficial de la Procesión del Silencio, que este año cumple 66 años ininterrumpidos.
Guiados por personal de Tradiciones Potosinos A.C., los funcionarios asistentes no llevaban a cuestas, por supuesto, alguna imagen religiosa, pero recorrieron a pie los 2.5 kilómetros del trayecto original de la procesión silente, para anticiparse a cualquier contingencia, reparar algún bache o banqueta, alguna luminaria o retiro de cableado, entre otras.
Los titulares de Comercio, Protección Civil, Turismo, el delegado de la Cruz Roja, de la Policía Vial y Fuerzas Municipales, entre otros, formaron su “cofradía” para este recorrido informal, que iniciaron desde el punto de partida tradicional -el costado de la iglesia del Carmen- y siguieron por las principales calles del Centro Histórico. Es una distancia de aproximadamente 2.5 kilómetros.
También recibieron una charla sobre los orígenes del evento, en el que llegan a participar más de dos mil penitentes, repartidos entre cofrades, costaleros, horquilleros, entre otros, algunos arropados con la túnica distintiva, con la cabeza cubierta con una capucha larga y puntiaguda, de diferente color según la cofradía a la que pertenece.
El evento, que tiene sus raíces en Sevilla España, inició en 1954 con integrantes de 30 cofradías que se reunieron para expresar el duelo por la Pasión y Muerte de Cristo. Surge de la afición taurina y por la devoción a la Virgen de la Soledad.