Un dulce representativo de San Luis Potosí, como lo es el queso de tuna, parece convertirse en un gusto de "ricos", pues cada vez hay menos personas que lo compran, señaló Luz María de la Rosa, quien se dedica a la elaboración de este dulce desde hace 20 años.
Proveniente del municipio de Villa de Arriaga, Luz María y su familia se encuentran en el local 126 de la muestra artesanal en la Feria Nacional Potosina (Fenapo), donde también se ofrecen diversos dulces tradicionales, como el queso de tuna, la especialidad de esta familia.
Luz María reconoce que la elaboración del queso de tuna "es muy difícil", ya que se elabora con la tuna cardona, que es la más pequeña, por lo que deben recolectar mucho producto para poder hacer el queso.
Una vez que recolectan las tunas, las limpian y las licúan, "sacamos la pura miel, la ponemos a cocer hasta que quede café, café, café, después la golpeamos, la golpeamos, para que se haga dura, de ahí sacamos la melcocha".
Este proceso de golpear la miel, continúa por ocho o diez días hasta lograr la consistencia del queso y entonces se cortan las barras que después son empaquetadas y etiquetadas para la venta.
Luz María lamenta que a lo largo de estos años que se ha dedicado a la elaboración y venta de queso de tuna, ha notado cómo se pierde la tradición de consumirlo, al grado que ahora "casi lo compran más los ricos que nosotros los pobres".
La familia también exporta queso de tuna al extranjero, sin embargo este año no podrá hacerlo debido a que hubo poca producción de tuna por la falta de lluvias.
También destaca que la feria ha sido siempre un buen escaparate para dar a conocer este dulce tradicional, por lo que invitó a la población a visitar su local, donde además cuentan con agua, miel, pan y nieve de tuna.