Que nuestras familias no se resquebrajen ni se dividan, porque la fuerza la sacamos de nuestra propia familia, es ella la que nos dá identidad propia, nos ayuda a ser mejores seres humanos, honestos ciudadanos e íntegros cristianos, por eso si hay un problema social hay que ir a la raíz del problema que radica casi siempre en la familia.
Tristemente a veces no somos conscientes y no recapacitamos que nos falta darle tiempo y amor a la familia, buscando los momentos más idóneos para una reconciliación, para otorgar y a la vez que nos concedan el perdón que sana el alma y el cuerpo y que si no se dá enferma a la Familia.
"Hay que buscar acciones concretas para rescatarla, es preciso salvarla y cuanto antes mucho que mejor".
Hay que buscar las oportunidades para que prevalezca el amor, el perdón sanador, la unidad, la comprensión, el apoyo de unos con otros, y si hubo malos entendidos, o falta de comunicación o relacionalidad, hay que establecer nuevamente lazos de comunicación e interacción con cada uno de los integrantes de la familia, como lo hicieron Jesús, María y José, ellos siempre estuvieron unidos, son prototipo de amor".
"Tan importante es una Familia que hasta Dios Padre quiso concederle una familia a Jesús".
"A la familia hay que apostarle el todo por el todo, dijo el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, con motivo de la magna Festividad de la Parroquia de la Sagrada Familia de Nazareth, ubicada en Lomas 3a. sección, en donde su sabio y emotivo discurso fue dedicado especialmente a rescatar a nuestras familias, pues es en la familia donde se aprenden valores humanos, principios éticos, morales y cristianos, por lo que no podemos dejarla a la deriva.
Dijo el Jerarca católico:
"Tenemos que rescatarla de los antivalores, de la deshonestidad, el egoísmo, la corrupción, la desintegración, no podemos dejar que se resquebraje nuestro seno familiar y se destruya con la desunión, el egoísmo, las rencillas y la venganza de unos integrantes contra otros".
Ojalá entendamos todos la gran importancia que tiene la familia, y logremos comprender que no podemos dar auténticas soluciones óptimas, concretas y sólidas, si no rescatamos el amor y la unión familiar".
"Queramos o no, tenemos que ir a la raíz de nuestros problemas sociales, que está muchas veces en nuestras familias desintegradas, pero es donde hemos de aprender a ser buenos ciudadanos, independientemente de la ideología o religión que profesemos".
Sentenció el máximo líder espiritual de los potosinos con voz serena y muy seguro de sí mismo.