La posibilidad de que se prohíba aquí la venta de la llamada comida chatarra, principalmente a menores de edad, afectaría los ingresos de comerciantes informales dedicados a su comercialización.
Vendedores de frituras establecidos en el callejón, entre el Museo del Virreinato y el teatro de la Paz, en el Centro Histórico, consideraron que sería lamentable que se replicara aquí un a ley en tales términos, como ocurrió en Oaxaca.
"Lo que vendemos lo consideramos más un antojo, que una comida chatarra", señala Araceli, vendedora de elotes y frituras preparadas.
Dice estar consciente que prohibir venderle a menores, tiene mucho que ver con la obesidad infantil, y eso es bueno, pero que no se debe limitar.
José Bárcenas, considera que los más correcto sería moderar la venta de comida chatarra, y no prohibirla. "Hay muchas personas que dependen de esto", señaló.
Roberto R. también vendedor, señala que no serviría de nada prohibir la venta de frituras a los niños, porque son los mismos papás los que se las compran. "Aquí lo vemos todos los días, los menores piden las frituras preparadas y los papás se las compran; no tendría caso una ley....".