La yaca es una fruta exótica que crece en la huasteca potosina; así como otras cientos de especies que hacen única a esta región del país; pero ¿ya conocías la yaca?, además de ser una fruta muy muy dulce, tiene algunas propiedades curativas que la convierten en uno de los tesoros de la gastronomía regional más valorados.
Para empezar hablaremos de su sabor; la yaca es conocida por ser muy dulce y quien la prueba afirma experimentar diferentes sabores como plátano, naranja, piña, kiwi, durazno, mango y hasta melón; por lo que la experiencia al probarla dependerá del paladar de cada persona.
No obstante, pese a su delicioso sabor, su aroma es todo lo contrario; por fuera, la yaca es una fruta de cáscara verde rugosa, mide desde 25 a 60 centímetros y su peso varía entre los 10 y 20 kilos; pero, partir la yaca es toda un experiencia sensorial, pues debe hacerse con ciertos procesos:
Lo primero es tener un cuchillo grande y afilado; además se aconseja hacerlo sobre una superficie que se pueda limpiar muy bien o incluso, sobre perródico, pues la fruta tiene una goma o baba, que es extremadamente pegajosa. Por ello se aconseja utilizar aceite en la hoja del cuchillo y las manos, para evitar que se pegue la goma; aunque si decides no utilizarlo, puedes colocar un guante y antes de lavar el cuchillo, remover la baba con aceite.
Al partirla y retirar la goma que se encuentra en el centro de la yaca, se desprende un olor desagradable, que algunas personas describen como “trapo mojado”, sin embargo, es solo la baba de la goma; pues el sabor de los gajos de la fruta son todo lo contrario.
EL siguiente paso es intentar voltear la fruta como si desearas empujar la cáscara hacia adentro, de manera que la fruta quedara en el exterior; con este movimiento se comenzará a “abrir” la fruta y libera los gajos de donde se obtendrá la deliciosa pulpa.
Los gajos se pueden comer por sí solos, en agua, licuado o fritos; pero también hay quienes los utilizan para otras combinaciones, pues cabe aclarar, que esta fruta es famosa entre la comunidad vegana que usa los gajos como sustituto de carne.
La yaca se aprovecha en su totalidad, pues además de que se consumen los gajos, las semillas también son comestibles y aportan una enorme cantidad de nutrientes al organismo.
Entre sus beneficios está el que aumenta los niveles de magnesio y refuerza el sistema inmunológico; aporta fibra; es fuente de antioxidantes y fitonutrientes; ayuda a prevenir la ceguera; aumenta la producción de colágeno; ayuda prevenir enfermedades degenerativas; tiene pocas calorías, lo que ayuda a tener sensación de saciedad y es buena para el sistema circulatorio.
Así que ya lo sabes, si te paseas por la región huasteca y te encuentras una yaca, ¡no dudes en probarla!