La gerontofobia, también conocida como edadismo, es una forma de discriminación que afecta a las personas mayores, cuando envejecer es un proceso natural que no debería limitar los derechos de las personas .

Así lo señaló Luis Miguel Gutiérrez, médico especialista en geriatría y doctor en salud pública, quien agregó que las personas adultas mayores son un grupo históricamente discriminado.

“Hoy día aún prevalecen arraigadas en la sociedad una serie de narrativas sociales sobre las capacidades y el respeto a los derechos de quienes están en esa etapa de la vida”, remarcó.

Asimismo subrayó que esto se debe a la existencia de mitos que sustentan las narrativas sociales en contra de personas mayores y como estos vulneran sus derechos.

Estos mitos van desde pensar que las personas adultas mayores son personas con un cúmulo de enfermedades, que les cuesta aprender cosas nuevas y que son inflexibles.

“Son algunos estigmas que hoy día permanecen en la sociedad. Sin embargo las personas adultas enfrentan diferentes condiciones de vida y no necesariamente se trata de personas enfermas e incapaces“.

El médico señaló que ante este panorama, es necesario ver envejecimiento como un proceso de vida y alejarlo de ciertos estereotipos.

“El impacto de la gerontofobia en la vida de las personas mayores y cómo les afecta se refleja en el no poder acceder a un trabajo digno, a servicios de salud y a la inclusión social”.

Por ello enfatizó que para derribar estas violencias y actos de discriminación, es fundamental que las dependencias, organizaciones y autoridades trabajen a un nivel interdisciplinario, en donde a través de conocimientos derriben esta problemática.

“Es necesario implementar medidas preventivas e inclusivas, para que las personas adultas mayores logren formas de convivencia más justas y respetuosas, que puedan tomar sus propias decisiones y ser autónomas en distintas esferas de la vida”.