A 43 minutos de la Capital potosina, sobre la carretera Zacatecas a unos cuantos kilómetros de distancia del municipio de Mexquitic, vive la familia Palomino Juárez, quienes desde hace más de 15 años se dedican a cultivar calabaza.
Muy a lo lejos, algunos destellos de color amarillo fuego se distinguen en sus pequeños terrenos, pues ya ha florecido la cosecha, avisando que es el momento idóneo para recogerla. En cada fila de su siembra se asoman flores de cinco picos, fruto de las calabazas ahí cosechadas.
Para la señora Regina y su esposo Celestino ( de 59 y 63 años respectivamente), recoger la flor de calabaza que da su siembra es un evento único. "Cuando florecen es un espectáculo, todo se mira amarillo. Aunque se esconden bajo las hojitas frondosas de la calabaza, su flor busca rinconcitos para dejarse ver".
"Son muy ricas y tienen muchos nutrientes. La flor de calabaza es comestible y su utiliza en la comida desde hace ya bastantes años, era y es parte de la dieta rigurosa de todo mexicano" , refirieron.
Y es que la flor de calabaza, conocida también como ayoxochquilitl (en lengua náhuatl), es una de las tantas flores y hierbas comestibles que se dan en México. En San Luis Potosí, existen pocos productores y muchos de ellos cosechan calabaza para uso propio o de mercadeo reducido.
Según indica el matrimonio Palomino, la época de mayor producción y consumo es en temporada de lluvias, "cuanto más llueve más flores salen, claro hay que cuidar la cosecha como todo. No se producen todo el año, pero si la mayoría de este y mucho más cuando existe mayor humedad en el clima".
"Se pueden dar en casi cualquier tipo de suelo o clase de terreno, incluso en los que están muy secos. La siembra de la calabaza se realiza en la primera semana de marzo, para que en mayo y junio den fruto".
De sus propiedades, indican, la flor de calabaza es benéfica para las embarazadas pues contiene ácido fólico, potasio y calcio, también para acabar con las células malignas del cuerpo pues acaban con las toxinas.
Esta flor de milpa, tiene un color muy característico que va de amarillo intenso al naranja, y según puntualiza la señora Regina dependerá de la cantidad de color de cada flor, sus beneficios. "Entre más profundo sea el amarillo, más nutrientes tiene".
Para su recolección Celestino señala que cada flor debe mantenerse en un lugar frío y seco para conservarlas en buen estado. "Cuando se cortan para vender es necesario que se consuman ese mismo día pues no soportan mucho tiempo dentro del refrigerador, ni tampoco a temperatura ambiente, pues son flores muy delicadas".
"Lo más que duran en su estado idóneo de consumo son un total de 24 horas después de cortarlas. Su periodo de vida es corto y sólo se aprovechan al máximo en mayo -junio y octubre noviembre".
Una particularidad de este fruto de la calabaza, es que no tienen aroma, pero si un sabor muy especial por el cual se han convertido desde hace siglos en un ingrediente especial de la cocina mesoamericana.
Esta familia llega a mercadear la flor de calabaza a un precio accesible que ronda los 15 pesos el ramo, pero comúnmente en los supermercados y mercados ambulantes de la capital se venden a más de 25 pesos.
La familia Palomino Juárez subraya que esta flor puede cocinarse en cualquier presentación, incluso su consumo puede ser de manera cruda y sin cocer. "Muchos las prefieren en quesadillas, o capeadas, pero también pueden comerse crudas con todo y su tallo".
Aunque San Luis Potosí no se encuentra entre los principales 10 productores de calabaza y su flor, en tierras mexquitenses hay pequeños productores agrícolas que se han aventurado a sembrar esta delicia de milpa natural, una estrella de color oro gustada por muchos.
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