Pese a los problemas que se presentaron en las últimas semanas con manifestaciones en la zona fronteriza de México, los bloqueos a las vías férreas en Michoacán y el desabasto de gasolina en varios estados de la República, la cadena de suministro de la planta de Bosch en San Luis Potosí no se vio afectada.

El vicepresidente comercial de la compañía, Gunter Daut, señaló que de las ventajas que tienen es que gran parte de sus proveedores mexicanos se concentran en la región del Bajío y en Toluca, muy pocos de ellos provienen del norte del país, por lo que no hubo ningún impacto negativo ante estas situaciones.

Manifestó que el bloqueo del tren en Lázaro Cárdenas no les perjudicó a ellos porque no utilizan este medio para el traslado de sus piezas, más bien éstas se transportan en camiones, y aunque hubo faltante de combustible en otras entidades, sus proveedores nunca reportaron problemas para entregar en tiempo y forma los materiales y productos.

“En las últimas semanas eran tres temas grandes, la falta de gasolina, los bloqueos en Michoacán y los bloqueos en el norte de México en la frontera, podemos decir que gracias a Dios ninguno de esos eventos tuvo un impacto en nuestra producción. Siempre mantenemos buen contacto con nuestros proveedores para estar informados si ellos tienen problemas, sabemos que algunos en la zona Bajío y hasta Toluca pasaron por una situación crítica, pero siempre lograron abastecernos a nosotros en tiempo, en ningún momento nos afectó”, expresó.

Aunado a ello indicó que no les preocupa que en San Luis Potosí pueda desestabilizarse la paz laboral, como ha sucedido en otros estados; aseguró que la empresa mantiene un ambiente de trabajo estable y que en los últimos ocho años, en los que ha estado al frente del corporativo, no se han presentado huelgas o paros laborales.

En ese sentido el director de Recursos Humanos, Víctor Puente, informó que la entidad potosina se mantiene por arriba del promedio global de Bosch en cuanto al clima laboral, explicó que para medirlo realizan cada dos años una encuesta a sus asociados (trabajadores) en donde miden principalmente tres factores: la satisfacción del asociado, la efectividad del liderazgo y el clima físico de las instalaciones.

Además se mantienen constantemente en contacto con sus colaboradores para atender cualquier conflicto o queja que pueda surgir, pues apuntó que las políticas dentro Bosch son muy estrictitas a nivel mundial, y se apegan al marco legal.

“Tenemos por ejemplo oficinas instaladas dentro de las áreas de producción, para que durante la semana no esté Recursos Humanos en una esquina de la planta y que todos tengan que ir hasta allá. Nosotros mismos vamos a las áreas de trabajo para atender problemas de nóminas, capacitación, de liderazgo, o de lo que sea, los ayudamos y lo resolvemos, eso ha ayudado a crear mucha transparencia y confianza”, comentó.