Primavera trajo un espectáculo violeta a las calles y parques de SLP

Los árboles de jacarandas se desprenden de la mayoría de su follaje para dar paso a la floración, sus copas pasan del verde a un azul violáceo que llama a levantar la mirada.

Mayra Tristán / El Sol de San Luis

  · sábado 23 de marzo de 2024

Nahúm Delgado / El Sol de San Luis

Originario de Sudamérica, el árbol de jacaranda ya pinta de azul violáceo el cielo y el suelo en distintos espacios públicos de la Capital potosina.

Con la llegada de la primavera, cada año llega un espectáculo visual que atrae a paseantes de todas las edades al recorrer las calles de la ciudad, los árboles de jacarandas se desprenden de la mayoría de su follaje para dar paso a la floración, sus copas pasan del verde a un azul violáceo que llama a levantar la mirada.

Nahúm Delgado / El Sol de San Luis

Si bien este árbol habita desde hace muchos años en San Luis Potosí, no es nativo de México; aunque existen diferentes versiones respecto a cómo fue se llegada al país, lo cierto es que es oriundo de Sudamérica, pero pudo adaptarse al clima mexicano y poco a poco su presencia se extendió a varios estados de la República, entre ellos San Luis Potosí.

De acuerdo a la descripción generada por la Agenda Ambiental de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), aunque la jacaranda requiere de un suelo húmedo, resiste la sequedad, además le es favorable el suelo areno-arcillo-humíferos pero se adapta fácilmente a cualquier suelo siempre y cuando no tenga alta salinidad.

Nahúm Delgado / El Sol de San Luis

La jacaranda es un árbol de sombra, ornamental y aromático, puede alcanzar una altura de 12 metros, y se recomienda para zonas con tráfico, puesto que absorbe plomo, con lo que mitiga la contaminación atmosférica.

Aunque sus flores desprenden un aroma agradable, se advierte que “toda la planta es venenosa en caso de ingestión, y puede desencadenar irritación de la piel y alergia al manejarla”.

Nahúm Delgado / El Sol de San Luis

Es durante los meses de febrero y abril cuando llegan las inflorescencias racimosas de flores que se aprecian en espacios como la Alameda Central “Juan Sarabia”, en el Jardín Colón y la Calzada de Guadalupe y el Jardín de San Francisco en mayor concentración, pero también se encuentran ejemplares en distintas vialidades de la ciudad, donde por las tardes se cubren con una “alfombra” violeta propicia para crear llamativas postales.