A través de la Dirección de Tecnologías en Inteligencia Social, la policía municipal ha logrado la detención de bandas delictivas de las llamadas “farderas” o “farderos” que operan en el Centro Histórico, algunas de las cuales son conformadas por menores de edad.
Reportes consultados en el Centro Táctico de Control Vial y Videovigilancia destacan que la operación de más cámaras en el centro de la ciudad y sus alrededores ha permitido disminuir la incidencia delictiva en general, en esa zona.
Sobre las consideraciones de comerciantes establecidos que sospechan que hay mercaderes en vía pública que operan como “halcones” no se ofreció una opinión ni ningún otro responsable de ese centro táctico.
Uno de los casos más recientes de operación de “farderos” que fueron desactivados, se logró gracias a seguimientos mediante las cámaras de videovigilancia, que permitió identificar rostros y, a partir de ahí, establecer identidades; tras su detención se estableció que eran responsables de un serial de robos e inclusive la misma banda era buscada en otras entidades.
Se destacó también que se ha detectado que mercancía robada mediante ese sistema, es comercializada en grupos de WhatsApp, a lo cual también se ha dado seguimiento a través de esa policía cibernética. No se precisó si existe una denuncia por ello.
No obstante, todas las inquietudes de la operación de “farderas” o “farderos” y de otros delitos o incidencias en el Centro Histórico se analizan durante las reuniones del Consejo de Seguridad del Centro Histórico, así como las respuestas sobre actividades sospechosas en cada uno de los cuadrantes en que está dividido ese sector.
Mención aparte son los robos de menor cuantía realizados por personas, en su mayoría jóvenes, sin experiencia y que “se les hace fácil” apoderarse de alguna mercancía en la creencia que no son vistos; generalmente, su nerviosismo y forma de actuar los delata y son sorprendidos por personal de vigilancia o los empleados del establecimiento.
En otra clasificación están los “robos hormiga” cometidos por empleadas y empleados de establecimientos comerciales, algunos en contubernio con terceras personas, ajenas al negocio.