La intervención del Ejército en temas de seguridad pública ha sido desastrosa, "es preocupante que el Instituto Armado realice actividades de seguridad para las que no ha sido formado, recordemos que la función principal de cualquier Ejército del mundo es resguardar la Soberanía y la seguridad interior de amenazas externas", y en el caso de nuestro país esa premisa pareciera que está pasando a segundo grado.
"No se vale que la estrategia de combate al crimen organizado se pase al Ejército. cuando realizan tareas que no les corresponden, cuando su tarea es actuar en defensa del Estado, en amenazas externas en tiempo de guerra y para preservar la soberanía del país, y en términos de seguridad pública eso le corresponde a las corporaciones civiles, no al Ejército".
Asi lo consideró al abogado José Mario de la Garza Marroquín, "en vez de sacar al Ejército a apoyar o a suplir tareas de seguridad que corresponden a la Guardia Nacional y a las policías porque éstas no están preparadas, lo que debe hacerse es preparar y dotar de elementos y herramientas a las policías para que éstas puedan cumplir con su papel y que el Ejército haga lo suyo".
Dijo que además de todo, esta medida es contradictoria al discurso que por años vino manejando el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, "ese discurso tan marcado de militarización del país donde el Ejército estaría en los cuarteles, es muy peligroso en un país con una democracia y instituciones débiles dejar que el Ejército realice actividades que no les corresponden".
De la Garza Marroquín consideró que esa no es la forma de luchar contra la delincuencia organizada, "la forma es crear instituciones, policías capaces, con adiestramiento, una fuerza de investigación que no sea a través del Ejército, esa no es su función, su función es la defensa de la soberanía hacia el exterior, no la agenda de lo cotidiano, de lo que pasa en las ciudades y en los municipios donde esas situaciones están reservadas para que sean las policías las que intervengan con los debidos protocolos de respeto a los derechos humanos".
El jurista subrayó que el Ejército no está diseñado para eso "y no tiene una estructura de respeto a los derechos humanos, hemos visto que su intervención en actividades de seguridad interior ha sido desastrosa, la seguridad pública no está diseñada para que ahí intervenga el Ejército" .