Entre todas las neoplasias, los tumores cerebrales ocupan el décimo noveno lugar entre las más letales. A decir de las cifras publicadas en 2018, a nivel mundial, cada año se diagnostican cerca de 300 mil nuevos casos, que corresponden al 2.5 por ciento de la mortalidad por cáncer.
En el caso de San Luis Potosí, durante el 2022, se atendieron 16 pacientes con tumores malignos y uno benigno, y en lo que va de este año se está brindando atención a seis pacientes con tumores malignos y uno benigno.
En nuestro país, la mayor incidencia de tumores de cerebro se da entre las personas de 60 años, y la media de edad es de 45 años.
Por su parte, el director de Atención Médica de los Servicios de Salud de Gobierno del Estado, Juan Carlos Negrete Ayala, explica que el tumor cerebral, es una masa generada por crecimiento de células anormales, puede ser no canceroso (benigno) o canceroso (maligno). Por su origen, se les califica de primarios es decir, que se generó en el cerebro, o secundario, por una propagación (metástasis) desde otros órganos del cuerpo, pueden generarse por causas genéticas y ambientales.
Principalmente causan problemas por razones distintas, algunos invaden y destruyen directamente el tejido cerebral, otros hacen presión de manera directa sobre tejidos cercanos, también aumentan la presión en el interior del cráneo (presión intracraneal o presión endocraneal) dado que el tumor ocupa espacio y el cráneo no se puede expandir para acomodarlo, provocan acumulación de líquidos en el cerebro y bloquean la circulación normal del líquido cefalorraquídeo a través de los espacios intercerebrales, haciendo que estos espacios se agranden o provocando hemorragias.
Para no tener una constante preocupación sobre el tema, se indica que éstos son tratables y curables si se detectan a tiempo, sobre todo cuando aparecen síntomas más frecuentes relacionados con tumores cerebrales como dolores de cabeza con mayor frecuencia por la mañana, vómitos y náuseas, convulsiones, dificultades de memoria y de concentración, pérdida de equilibrio al caminar, cambios leves o notorios al hablar, ver o escuchar, debilidad general y somnolencia y modificaciones en el estado de ánimo y conducta.
Investigadores de los institutos nacionales de Cancerología, Neurología y Neurocirugía, refieren que el 90 por ciento de 155 pacientes mexicanos con este tipo de cánceres tuvo una sobrevida menor a 15 meses.