A las puertas del Asilo de los Pobres de San Antonio, frente alJardín de San Francisco de la capital potosina, hay una fila quese hace tan larga como la espera, los voluntarios que ahícolaboran tomarán un descanso, por lo que días antes entregarondespensas y cobijas a pobres e indigentes que regularmente acuden aeste albergue por alimentos.

A pesar de la noble labor que el asilo lleva a cabo, entregandoalimentos de lunes a viernes a quienes padecen pobreza extrema, elvoluntariado no es suficiente para brindar una cena de año nuevo aquien realmente la necesita.

Los adultos mayores que residen en ese centro podrán pasaránahí el año nuevo, no así el resto de los necesitados, para ellosno existe un plan para que la última noche del 2017 no sea tanrecia como el resto del año.

El albergue se encuentra en funcionamiento hasta días antes dela navidad, cuando se les organiza una posada, luego de ellorenovarán actividades durante los primeros días de enero, pueslos voluntarios toman un descanso.

Con ello, aunque en esta temporada de navidad y año nuevo sepresenta una mayor afluencia de visitantes en el comedor y en elasilo, los asiduos visitantes tienen que buscar otras opciones paratranscurrir sin penurias esta temporada.

En entrevista, Socorro N. se dijo agradecida con la ayudarecibida, afirmó que no tiene planes para pasar la noche de añonuevo, lo importante para mí, dijo, no es tener una cena, “lomejor sería es tener a alguien con quien pasar ese día”.

Por su parte, Juan N. advirtió que la pobreza y el hambre loacercaron al comedor, “no vivo cerca, pero no cualquiera lebrinda a uno un plato de comida. La noche de año nuevo es unanoche más para nosotros, pero ahí la vamos llevando”.

Finalmente, Jorge, octogenario que acude de lunes a viernes porayuda coincidió con la idea de que, más que una cena especial,“lo más importante es agradecer lo poquito que se tiene, porquehay otros que no tienen nada”.

El Asilo de los Pobres de San Antonio, además de la entrega dealimentos cumple con una plausible labor, ahí se recibengratuitamente a personas en estado de abandono que tengan de 80años en adelante, siempre y cuando sean avalados por los sistemasDIF estatal o municipal.

Los recursos se obtienen por donaciones que realizan instanciasde gobierno, empresas privadas y la población en general, de igualmanera realizan diversos eventos para recaudar fondos.

Los entrevistados coincidieron en señalar que lo másimportante para poder continuar ayudando a los demás es elesfuerzo y trabajo de los voluntarios, quienes solo por amor a losdemás se encargan de la limpieza general del lugar, lapreparación de los alimentos, así como de llevarles el alimentohasta la mesa a quien lo necesita.