Se cumplió una semana que San Luis Potosí regresó al semáforo rojo por la pandemia de Covid-19, aunque a los potosinos parece importarles pese al aumento de contagios.

Como es una costumbre, los ciudadanos buscaron de alguna manera pasar el domingo en familia, y así poder disfrutar de una buena comida, de pedir carnitas para llevar, tacos, entre otros gustos culinarios que regularmente los fines de semana son mayormente socorridos.

El panorama que se vivió este fin de semana fue muy diferente al de hace siete días, pues la mayoría de la gente que circulaba por las calles portaba su cubrebocas, aunque no faltaron los que se resisten a utilizarlo.

La mayoría de comensales arribaron a los negocios de gastronomía respetando la sana distancia y el uso de mascarilla, mientras que el personal de restaurantes y fondas atendían debidamente protegidos.

Pero no todo puede ser miel sobre hojuelas, pues en algunos lugares, sobre todo en puestos ambulantes, se observó que no portaban su cubrebocas, que es obligatorio para despachar en estos lugares y que son requeridos por parte de la Secretaría de Salud.

La mayoría de los restaurantes establecidos acataron las medidas de sana distancia, pese a contar en algunos espacios con un mayor número de clientes, se limitó el cupo personas dentro del lugar, donde también se proporcionaba gel antibacterial a la hora de ingresar.

Uno de los puntos de reunión más comunes para los potosinos, son las famosas gorditas de Morales, ahí se registró un número importante de comensales, pero sin ser la cantidad que normalmente acuden cada fin de semana a los diferentes locales.

En las últimas 24 horas, San Luis Potosí registró 265 nuevos casos de Covid-19, con 16 decesos; en total 7,245 casos y 435 muertes, que mantienen a la entidad potosina en foco rojo.