Bajo el ordenamiento del gobierno de la República Mexicana se transfirió el INSABI hacia IMSS-Bienestar y el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo Aburto, ha dicho que la atención médica que se brinda a nivel estatal a la población sin seguridad social no se verá interrumpida durante el proceso.

“Alguien que está hoy con un padecimiento que se está atendiendo en alguna unidad de salud lo va a seguir haciendo idéntico, nada va a cambiar, no tiene que ir a otro lugar. No tiene que acudir al Seguro Social o al ISSSTE, se sigue atendiendo en donde está y el proceso de transferencia es algo que va ocurriendo pero sin que esto afecte en ningún momento la continuidad de la atención, esa es una de las garantías, que haya continuidad en la atención”.

Estableció el compromiso de que no habrá saturación de servicios, ni desabasto de medicamentos en el IMSS, porque el instituto tiene su propio presupuesto y para atender a la población sin seguridad social el Congreso de la Unión aprobó otros recursos.

Lo más importante es que son presupuestos diferentes, hay una prohibición incluso de utilizar las cuotas obrero patronales para un fin distinto que la atención de la derechohabiencia, los del IMSS se siguen atendiendo exclusivamente en el organismo sanitario y los del ISSSTE en esa institución.

En las 24 entidades del país donde empezó la implementación de la federalización de los servicios de salud a través del IMSS-Bienestar ya se atiende al 80 por ciento de los mexicanos que no tienen Seguridad Social y no se descarta que antes de que cierre este año, esta cifra aumente con la adhesión de tras dos entidades

“Lo que estamos tomando es lo que antes hacían las Secretarías de Salud de los Gobiernos de los Estados, que operaban hospitales, centros de salud y unidades móviles y que esas son las que se tienen que transferir ahora para el IMSS Bienestar”.