Semanalmente son detenidos entre 350 y 400 personas por portación de algún tipo de narcótico, en dosis o cantidades mayores a las permitidas por la ley, así lo reflejan los reportes semanales que se presentan cada lunes en las Reuniones para la Construcción de la Paz y la Seguridad en el Estado, de esa cifra, el 60 por ciento son hombres y el 40 restante serían mujeres.
Así lo comento el vocero de seguridad Miguel Gallegos Cepeda quien dijo que ese número de detenciones visibiliza las acciones de campo e investigación, tanto de la Guardia Civil del Estado como de la Policía de Investigación, “la indicación del gobernador Ricardo Gallado Cardona es entrar con toda la fuerza del estado para contrarrestar estas acciones delictivas y al mismo tiempo de manera integral crear programas contra las adicciones para evitar que se sigan consumiendo”.
Agrego que el consumo de drogas es un tema que a nivel nacional debe atenderse, y el caso de San Luis Potosí no es la excepción, “entre menos consumidores haya, también habrá menos personas que se dedican a vender de droga”.
Luego de ser detenidos, los presuntos narcomenudistas son puestos a disposición, dependiendo del delito ante la Fiscalía General del Estado, o de la Fiscalía General de la República, “hoy día el trabajo de ambas instituciones y del Poder Judicial del Estado ha sido arduo y se ha visto reflejado en la vinculación a proceso de la mayoría de estos delincuentes”.
Gallegos Cepeda dijo que anteriormente gran parte de los detenidos por esta causa pasaban por la puerta giratoria, se les recluía o detenía por 24 o 48 horas y luego salían nuevamente a delinquir, a cometer los mismos delitos.
Ahora, “se ha incrementado la vinculación a proceso por parte de estas dos instituciones en coordinación, hay un proceso que debe seguirse y de acuerdo a la cantidad, al tipo de narcótico, al peso y al riesgo para la sociedad las drogas encontradas, es el castigo que se ejerce en su contra, ya sea con la privación de la libertad, u otras medidas.
En cuanto a las dosis decomisadas, protocolariamente son puestas a disposición del Ejercito para su destrucción.