Los sacerdotes pederastas han manchado la imagen de la Iglesia Católica, provocando un éxodo de fieles a nuevas religiones, coincidieron creyentes potosinos, quienes exigieron que los párrocos violadores sean juzgados como lo que son: “delincuentes”.
Además, remarcaron que la fe en Dios debe ser intocable y aplaudieron la apertura del Papa Francisco, para éste y otros polémicos temas; le pidieron deje de encubrir a quienes, aprovechándose de su sotana, abusan de los niños.
La señora, María Guadalupe Rocha, destacó que “más que perder la fe, se pierde la confianza, deben castigarlos, encarcelarlos y retirarles sus derechos religiosos. Hay muchas religiones que aprovechan cualquier cosa, para meterse y llevarse personas”.
El señor Humberto Olivo, recomendó al órgano eclesiástico modifique los “códigos” para los que aspiran ser sacerdotes; que les permitan casarse y ejercer su profesión como curas, “porque son seres humanos, que tienen deseos igual que cualquier persona”. Con eso remarcó, disminuiría la pederastía, problema que “tiene años y años y no se ha hecho nada al respecto”.
La joven Cristina Rojas, coincidió “a lo mejor si los dejan casarse y tener una familia, podría reducirse esta situación. Los padres son quienes representan la Iglesia, y al cometer estas atrocidades, hacen que las personas que creían o que son católicas, se alejen”.
Por su parte, Nelly Garza, destacó que “la pederastía daña la imagen de la Iglesia Católica y causa un dolor a la sociedad, a los fieles, pero no se pierde la fe, porque la fe sigue siendo en Dios y en las acciones buenas de la Iglesia, creo que el Papa Francisco ha cambiado muchas cosas para bien, ha sido un Papa consiente de todos los problemas pasados y actuales”.
Por último Ricardo Martínez, calificó como críticas y alarmantes las cifras de curas pederastas y aseguró que cada vez son menos las personas que se interesan por ser católicas; “ya no creemos en los padres, estamos con la duda de qué tan mala es la persona que te está dando un sermón”.