Decreto que que ordena reconocer, proteger y salvaguardar los lugares sagrados y rutas de peregrinación de los pueblos indígenas de Jalisco, Nayarit, Durango y San Luis Potosí, conlleva implicaciones muy serias en estos espacios simbólicos.
La activista indígena y maestra en Asuntos Políticos y Políticas Públicas Palmira Flores, consideró luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador señalara que esta resolución es necesaria para poner un alto a las invasiones y agresiones a sus lugares sagrados.
"Hacer un decreto para la protección de un sitio sagrado o ruta sagrada es bastante importante y tiene implicaciones muy serias, porque los pueblos originarios en México tienen un problema o tenemos un problema muy fuerte cuando hablamos de territorio, ya que estos espacios se han otorgado incluso a empresas sin consentimiento de comunidades, hay explotación del recurso que se encuentra dentro de estos territorios y para los pueblos originarios tiene un sentido muy espiritual, como es el caso de esta comunidad y su sitio sagrado", detalló.
Palmira Flores señaló que estos sitios sagrados son importantes porque se tratan de espacios simbólicos del pueblo Wixárika, y en el caso del territorio que ocupa parte del municipio de Catorce que se incluye en este decreto, engloba todo un proceso espiritual muy importante para ellos.
"Creo que este decreto podría tener un impacto positivo al hablar de protección de sitios sagrados y de peregrinaje de pueblos originarios, pero también podría limitar el uso de ese suelo a las poblaciones originarias. No obstante la protección de sus sitios sagrados en ese sentido creo que es muy bueno, creo que es muy interesante que, en un día como éste se le dé ese reconocimiento a las poblaciones originarias del territorio mexicano, que han estado peleando por mucho tiempo su reconocimiento", explicó.
Actualmente la ruta y el territorio Wirikuta ubicado en el municipio de Catorce es uno de los espacios sagrados naturales más importantes del pueblo indígena Wixárika (Huichol).
Según lo informado por el colectivo indígena Venado Mestizo, Wirikuta es un territorio sagrado indivisible y continuo, en donde cada planta, cada animal, cada manantial, cada cerro, posee para este pueblo originario un universo único.
Este territorio cuenta con un total de 140 mil hectáreas que abarcan los municipios, Charcas, Matehuala, Villa de Guadalupe, Villa de la Paz y Villa de Ramos y Catorce, donde el Cerro del Quemado es el lugar sagrado para el pueblo Wixárika y es parte de la regios sagrada Wirikuta.
Parte de las ceremonias y rituales que se realizan específicamente en el territorio que contempla el decreto, son ceremoniales en donde el maíz y el venado son su sustento vital, y el peyote el medio para trascender.
También existen vocaciones religiosas a San Francisco de Asís en donde realizan una ruta de peregrinaje que dura cuatro días aproximadamente.