Innumerables son las peregrinaciones que entraron durante los 46 Rosarios que se celebraron en honor a la Virgen de Guadalupe, entre ellos podemos citar choferes y dueños del transporte urbano, permisionarios, taxitas, traileros, piperos, colegios católicos, directivos y trabajadores de empresas privadas, asociaciones civiles y religiosas, parroquias, Movimientos Religiosos Católicos, Seminaristas y Sacerdotes formadores, Asociaciones Laicales, Institutos Religioso, etc., por citar algunos.
Todos ellos se dieron cita en la emblemática Caja del Agua, ahí se concentraban con bandas de guerra, para ir rezando el santo Rosario por toda la Calzada de Guadalupe y concluir en la Basílica.
Al entrar al recinto mariano, entregaban flores a la Virgen Morenita. A todos los que entraron en peregrinación, se les entregaba un bonito recuerdo y una reliquia de parte de los Sacerdotes encargados de la Basílica-Santuario-Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, unos degustaban tamales con atole, otros degustaron pan con café de olla, aguas frescas y dulces. Todos convivieron en armonía, alegría y paz, después de congregarse para venerar a la Madre de Dios y Madre nuestra.
Los peregrinos agradecieron las finas atenciones del Pbro. Gabino Medina Portales, Rector de la Basílica; del Pbro. Rodolfo Duarte Ramírez, Vicario Parroquial, y de todos los miembros del Consejo Parroquial que de forma por demás diligente apoyaron a que todos disfrutaran de una estancia feliz, en compañía de nuestra milagrosa Morenita del Tepeyac, nuestra dulce y tierna Madre Santísima que nunca nos falla.