Por adicciones, se puede abandonar desde la familia hasta uno mismo

En la actualidad son más los pacientes que llegan por adicción al cristal, que por alcoholismo al centro de rehabilitación Villa Vía Crucis

Mayra Tristán

  · jueves 27 de junio de 2019

Luego de estar en un centro de rehabilitación, José pasó a ser encargado de uno de estos lugares de ayuda | Foto: Norma Rivera

Abandonar a la familia, el trabajo y a sí mismo, son algunos de los estragos que deja el alcoholismo, y son también, factores que han llevado a los pacientes a reconocer su consumo de alcohol como una enfermedad para la que requieren ayuda.

Problemas familiares llevaron a “M” a tener un consumo de alcohol que reconoce como desmedido, desde los 33 años de edad, lo que a su vez, originó que abandonara a su familia, a dejar su trabajo y a descuidar su persona, “pedí ayuda a mi familia porque sé que la necesito, que no puedo por mí mismo”.

Reconoce que el consumo de alcohol le ha provocado daños a su salud, “debido al alcoholismo me dio diabetes y no me ha detenido ni la enfermedad para dejar de beber”, además de que al querer pasar todos los días bebiendo alcohol lo hizo dejar desamparada a su familia, en el sentido de que abandonó su trabajo y dejó de ser proveedor del hogar.

Y aunque el alcoholismo es una de principales adicciones en el estado, José García Juárez, encargado del centro de rehabilitación Villa Vía Crucis desde hace siete años, destaca que en la actualidad son más los pacientes que llegan por adicción al cristal, que por alcoholismo.

Es por ello que en el centro se cuenta con psicóloga y psiquiatra, lo cual ha permitido que algunos logren recuperarse. Manifiesta que son pocos los pacientes que deciden regresar a un centro de rehabilitación a contar su experiencia, aunque el suyo y el de Franco Nava, director del centro Villa Vía Crucis, es una de las excepciones a la regla, pues narra que ambos estuvieron en rehabilitación en 2007, fue ahí donde se conocieron; al salir, Franco decidió abrir este centro de rehabilitación e invitó a José a colaborar con él.

En el centro de rehabilitación se trabaja con el precepto de los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos (AA). El centro tiene actualmente 38 pacientes, y aunque su capacidad es de 45 personas, también se ha llegado a sobrepasar un poco dicha cifra; el tiempo que puede estar un paciente internado es de tres o cuatro meses, durante los cuales la familia también puede acudir a las terapias.

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