El director del periódico El Sol de San Luis Ricardo Ortega Camberos planteó ante estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UASLP, la necesidad de legislar para evitar que las noticias falsas conocidas como “fake news” prevalezcan en las redes sociales y mal informen a los ciudadanos con el afán de escandalizar.
Dijo que, sin agredir la libertad de expresión, ni censurar ni callar a nadie, se deben poner límites y orden desde el Poder Legislativo al libertinaje, regulando las publicaciones que generan confusión y desinformación, pues en estos tiempos, cualquier ciudadano pretende convertirse en “reportero” con un celular y una red social.
Puede ser –señaló- un planteamiento agresivo pero es necesario tomar medidas ante la nueva realidad que representa la información digital del Siglo XXI, por lo que llamó a las y los legisladores a abordar el tema, abrir el debate y tomar las acciones necesarias. “Es un tema polémico y escabroso, pero hay que poner límites.
Al presentar la ponencia “La información digital en el periodismo del siglo XXI”, ante alumnas y alumnos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, como parte del ciclo de charlas, expuso, desde su punto de vista, las virtudes y retos del ejercicio del periodismo.
“Soy un romántico de los medios impresos, pero la tecnología es lo nuevo, lo actual; en ese contexto, debemos ser claros y objetivos en lo que queremos escribir; para ejercer el periodismo hay que ser buenos seres humanos, tratar de comprender a los demás, sus intenciones, sus dificultades y tragedias, porque eso es lo que se plasma en la información”.
El licenciado Ortega Camberos señaló que el periodismo ha tenido que reinventarse a lo largo del tiempo, especialmente en esta época de tecnología y avances digitales, donde el internet y las nuevas herramientas han logrado una evolución en el consumo de la información.
El periodismo se democratizó y permitió que en las redes sociales los ciudadanos generaran sus propias notas que publican en sus redes al instante, generando “reporteros ciudadanos”, cuando la apuesta no debe ser por “likes” sino por construir una mente pública mejor informada. Las tecnologías no deben usarse sino para resolver de manera nueva los problemas de siempre, ampliar las agendas y diversificar las voces de la opinión pública.
El licenciado Ricardo Ortega destacó que, con el surgimiento de las redes sociales aparecieron, como epidemia, los nuevos periodistas que no saben escribir, pero escriben; los comentaristas que no saben hablar, pero hablan. Surgió una nueva Babel donde cada uno interpretaba los hechos a su modo y la realidad se volvió confusa, la realidad narrada abrió paso a muchas “verdades”, tantas como “periodistas” nacieron del caos informativo.
Sin embargo, este fenómeno no puede reducirse a algo “bueno o malo”, simplemente es, como son los fenómenos sociales en todos los tiempos. Son tiempos en que el charlatán suple al profesional, como ha sucedido siempre. No es para escandalizarse.
El papel del periodismo tradicional sigue vigente, aunque no para quienes desean reírse con un Tiktok, no para quienes tratan de conocer las intimidades más sórdidas de los famosos, no, el periodismo se ha enaltecido y sostengo la tesis de que las hojas de papel escritas con tinta son historia desde el momento en que se publican. Lo son porque esquivan lo efímero y narran lo trascendente.
Lo bien escrito, se afinca con toda firmeza en nuestro cuerpo de creencias, de convicciones; lo mal dicho y peor escrito, no se entiende o no alcanza a quedar más que en el ciberespacio, si bien le va.
“Ojala alguien se atreva a a legislar al respecto. No a la censura, no a coartarla. No a callar a nadie, simplemente poner orden y refrendar el respeto que merecemos todos”, puntualizó ante un auditorio que agradeció con aplausos la charla, los conceptos y la apertura para abordar los retos del periodismo en la era digital.