No todo mundo tiene el privilegio de disfrutar de un día de asueto extraordinario, por el “fin de semana largo”; hay servicios que no pueden detenerse, ni el comercio dejar de ganar, cuya mayoría no cerró sus puertas, al menos no en el Centro Histórico. A quienes se obligó a trabajar, se les deberá pagar un extra.
Aunque se requiere de un permiso del Ayuntamiento capitalino para abrir en días de asueto, parece que la mayoría de los comerciantes ignoraron la disposición y, como cualquier otro día, este lunes ofrecieron sus mercancías a su clientela.
Realmente fueron pocos los establecimientos cuyas puertas permanecieron cerradas; fue un día “normal” para el comercio del Centro Histórico: Tiendas de ropa, tiendas departamentales, restaurantes y hasta farmacias tuvieron actividad.
En algunas tiendas, de acuerdo con una empleada, se obligó a descansar a la mitad del personal, y el otro descansará otro día; en la mayoría de los casos, se tomó el domingo como día de asueto.
Poco saben que, según el Artículo 75 de la Ley Federal del Trabajo, obliga al patrón a determinar el número de empleados que deben trabajar en días de asueto. Los trabajadores quedarán obligados a prestar los servicios y tendrán derecho a que se les pague, independientemente del salario que les corresponda por el descanso obligatorio, un salario doble por el servicio prestado.
Lo anterior significa que además del salario normal por un día trabajo, el trabajador recibirá más el doble por haber trabajado en tu día de descanso obligatorio.
Los descansos obligatorios que restan del año son el tercer lunes de marzo en conmemoración del 21 de marzo; el 1 de mayo; el 16 de septiembre; el tercer lunes de noviembre en conmemoración del 20 de noviembre; el 25 de diciembre
Hay servicios que no pueden detenerse, como lo es la vigilancia policiaca o la recolección de basura, por ejemplo, pero la apertura del comercio este lunes permitió a los visitantes del Centro Histórico disfrutar de un día como cualquier otro.