La investigadora del IPICYT, miembro del Consorcio de Innovación, Investigación y Desarrollo para las Zonas Áridas (CIIDZA), Dra. Daniela Joyce Trujillo Silva, confirmó que actualmente realizan investigación en roedores para determinar el potencial de algunos frutos de zonas áridas derivados de las cactáceas, con el fin de desarrollar una dieta con compuesto nutracéutico (nutrición-farmacéutico) que en un futuro trate a pacientes con insuficiencia renal o diabetes.
“Actualmente, estamos en fase experimental, trabajamos en un modelo murino (roedor) con daño renal por la administración de un fármaco antineoplásico, es decir, encargado de combatir cáncer de cuello, cabeza, pulmón, testículos y ovario, mismo que puede producir daño en el riñón ocasionado por varios mecanismos, entre ellos, una respuesta inflamatoria exagerada y la producción incrementada de especies reactivas de oxígeno”, indica la investigadora del CIIDZA.
Daniela Joyce Trujillo agrega que estas moléculas pueden ser combatidas a través de compuestos y/o alimentos ricos en antioxidantes; los cuales están contenidos en muchos alimentos como los frutos, “nosotros tenemos un especial interés por los frutos de zonas áridas particularmente cactáceas y poder llevar nuestra investigación a la aplicación en humanos a fin de contrarrestar las patologías como la insuficiencia renal, el síndrome metabólico y la diabetes”, indicó la doctora en Ciencias Biológicas.
La investigadora indicó que en este caso la investigación se centra en la pitaya y el garambullo específicamente; pero está interesada en sumar otros frutos a la investigación, que pueden también tener aplicación en salud; por lo que destacó que a pesar de que ya se hacen estudios con frutos de cactáceas, pocos de ellos son enfocados a daño renal y síndrome metabólico.
“Estoy trabajando el proyecto con una alumna de maestría en co-dirección con la Dra. Lina Riego de Biología Molecular, con la que desarrollamos una investigación sobre estos frutos aplicada al daño renal por cisplatino en ratas y en levaduras, el proyecto se encuentra en una fase inicial pero en marcha y hemos obtenido buenos resultados: la pitaya está protegiendo al riñón de las ratas del daño ocasionado por el fármaco anticancerígeno e igualmente a la levadura saccharomyces cerevisiae la protege contra el daño celular que hemos observado hasta el momento, creemos que vamos por buen camino”, agrega la investigadora Nivel I del SNI.
La investigadora pertenece al Consorcio de Innovación, Investigación y Desarrollo para las Zonas Áridas, quienes están encaminados al aprovechamiento sostenible de recursos naturales de estas zonas, desde plantas, hongos, bacterias, insectos, entre otros.