De nueva cuenta trabajadoras de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, UASLP, piden que pare el hostigamiento laboral en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, además de que no se proteja al director de la institución Enrique Delgado López. Las empleadas universitarias reportan enfrentar diversas enfermedades debido al acoso que han sufrido.
Las trabajadoras que quieren guardar el anonimato reportan que el rector Alejandro Javier Zermeño Guerra, no ha hecho mucho para defenderlas aun y cuando se han comprobado conductas de acoso laboral para varias trabajadoras.
“Si bien el rector en su declaración manifiesta que la universidad aborda activamente los casos de denuncias, de acuerdo a las declaraciones de las víctimas y de las que se han mostrado pruebas, a más de un año y medio, parece que el rector desconocía por completo el caso, desde mayo de 2023 que se emitió la resolución de la Defensoría de Derechos Universitarios, DDU, no fue hasta noviembre y por presión de los agredidos, que el Secretario General, Federico Garza y la Comisión de Justicia Universitaria, empezaron a querer hacer notar que solucionarían el conflicto”.
Así mismo sostuvieron que parece que el rector de la máxima casa de estudios desconoce que dos de las víctimas están con tratamiento psiquiátrico y cuatro atraviesan por terapias psicológicas, “lo que habla de que lo primordial no es la salud.
Informaron que recientemente el director de la institución en mención fue intervenido quirúrgicamente y se prestó mayor atención a su salud que a la de las víctimas, “es menos importante tal parece, desde mayo hasta diciembre la Comisión de Justicia tuvo suficiente tiempo para haber revisado la resolución de la DDU, sin embargo tal parece que fue más fácil querer proteger a un alto funcionario, permitiéndole privilegios que a las víctimas no, como es la asesoría jurídica que solicitamos a instancias externas y fue negada”.
Para las afectadas no es tiempo ya de conciliación, por eso insisten en solicitar que se sancione al agresor, “no es lentitud de la Defensoría es ineptitud de las autoridades encargadas de defender los derechos de los trabajadores, el rector ni siquiera se ha acercado a las víctimas, solo sale a justificar al director que como agresor ni siquiera debe estar en la comisión, a eso se refiere, será que ni siquiera la multa de 300 mil pesos que tendrá que pagar la Universidad a la Secretaría de Trabajo haga que al fin se castigue al acosador”.
El director ya presentó sus pruebas, se revisó, se hizo una investigación en la que actúo la Defensoría, y por eso reconocen el esfuerzo y el trabajo de Urenda Queletzú Navarro, titular de dicha dependencia, pero también comentan que las denuncias se quedan sin sanción, “no tiene caso tener una Defensoría que hace su trabajo sabiendo que nunca habrá alguna consecuencia y que las víctimas solo quedan más vulnerables y los agresores más fortalecidos. Por lo tanto se pide al rector, ponga mano dura a los acosos tanto como sexuales y laborales”.