Locatarios del Mercado La Merced buscan que este centro de abasto sea declarado como patrimonio de la ciudad debido a su historia y tradiciones, explicó José Armando Espinosa Patlán, secretario del interior de la Unión de Locatarios del mercado.
Integrantes de la directiva de la Unión de Locatarios del Mercado La Merced, expusieron ante el Consejo de Patrimonio de Áreas y centros Históricos del Estado de San Luis Potosí una petición para que este mercado sea declarado como patrimonio.
Espinosa Patlán explicó que hay antecedentes de este mercado desde el año de 1891, cuando existía lo que en aquel entonces era el Mercado Colón, posteriormente en 1947 comenzó la obra del actual centro de abasto, misma que fue entregada al año siguiente en el gobierno de Gonzalo N. Santos. Este mercado se construyó con una aportación tripartita en la que participaron los locatarios, por lo que este mercado es el único que cuenta con escrituras públicas.
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Fue en 2015 cuando el gobierno municipal concedió el cambio de nombre a Mercado La Merced, que en aquel momento era llamado también Tangamanga; y es que también es el único mercado que cuenta con fiesta patronal, dedicada a la Virgen de La Merced, a quien se celebra los días 23 y 24 de septiembre, “somos los que abren las peregrinaciones”.
Cuenta con 127 locales, de los cuales todos se encuentran ocupados y abren en diferentes horarios de acuerdo a la mercancía que ofertan; en él trabajan directamente 400 familias, aunque se generan mil 500 empleos indirectos.
Destacó que con la declaratoria de patrimonio se busca conservar los usos y costumbres de San Luis Potosí, “queremos preservar la historia del mercado, no son sólo los muros también su gente”, además de que esperan que esto ayude a darle un realce.
Lo anterior porque lamentó, el mercado ya lleva tiempo sin recibir mantenimiento por parte de la autoridad municipal, “hemos pedido lo básico: pintura, reparación de puertas, baños, drenajes internos”.
Espinosa Patlán añadió que al tratarse de un mercado requiere de accesos para los clientes, lo cual se ha visto afectado estos meses por la obra de rehabilitación en la avenida Juárez, además de que el costado poniente del jardín Colón se convirtió en peatonal sin que estuviera contemplado en el proyecto que fue presentado a los locatarios, lo que representó la desaparición de 60 cajones de estacionamiento, todo ello les ha causado una disminución de ventas y temen que haya cierre de locales si se sigue afectando la movilidad en la zona.
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