Con la tristeza a cuestas, familiares de César Gerardo acudieron este miércoles a la Fiscalía General del Estado para presentar una denuncia en contra de personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de la tienda de ropa donde laboraba el joven.
¿Qué pasó?
El pasado mes de septiembre César Gerardo Noriega Medina, de 21 años de edad, comenzó a trabajar en una tienda de ropa ubicada en el pasaje Zaragoza, aunque su trabajo era como bodeguero, la gerente también le asignaba a él y a otro compañero la limpieza de la azotea, misma que se encuentra cubierta por un domo en la parte superior y después por tablaroca.
El lunes fue uno de esos días en que César fue enviado a limpiar la azotea, eran entre las 3:10 y 3:20 de la tarde cuando las trabajadoras escucharon un estruendo. En la tienda también trabaja una hermana de Gerardo y su cuñada Claudia, quien narró que al escuchar el ruido lo primero que pensaron fue que se había caído alguna de las paredes ya que en ellas hay ropa colgada -“cuando yo me fui a asomar yo vi que estaba un muchacho tirado, en su momento yo no sabía que era César, hasta que mis compañeras que ya estaban a un lado de él estaban gritando; él ya había perdido su conciencia, ya nada más respiraba un poquito agitado”-.
Algunas de las trabajadoras salieron de la tienda para pedir ayuda, “estábamos marcando a ambulancias y nos acercamos a los mismos policías que estaban ahí en la zona, ahí en la calle, no fue ni 20 minutos cuando llegó un paramédico y enseguida llegó la ambulancia”. César fue trasladado al Hospital General de Zona No.2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y aunque sí recibió atención al llegar, la familia denuncia que hubo un actuar tardío en las horas posteriores.
La madre de César, María de los Ángeles Medina, mencionó que a las 6 de la tarde le reportaron que su hijo se encontraba estable pero era necesaria una cirugía de urgencia ya que se estaba coagulando la sangre en su cerebro, le pidieron estar atenta para que firmara la autorización de traslado, pero pasaron las horas y no era llamada, así que fue a preguntar y se encontró con que era momento del cambio de turno del personal, por lo que tenía que esperar la llegada del siguiente médico.
La familia se comunicó a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para pedir que se agilizara la atención a César, también pidieron que se les permitiera llevar a un especialista externo pero les dijeron que no estaba permitido; fue hasta después de las 11 de la mañana que finalmente se hizo el traslado al Hospital General de Zona No. 50, pero ahí se encontraron nuevamente con lentitud del personal que sólo les decía que le harían un estudio, al hacer presión les comunicaron que el joven ya presentaba muerte cerebral, “nos avisaron a las 8, lo dejaron conectado para que nos pudiéramos despedir de él, pero su corazón dejó de funcionar a la 1:29”.
¿Y la tienda?
A través de un comunicado, la tienda aseguró que personal administrativo se puso en contacto con la familia “con el fin de apoyarles y acompañarlos solidariamente”, sin embargo Magaly Rangel, prima de César Gerardo, denunció que no hubo tal colaboración, que fue la hermana de César quien tuvo que acudir a la tienda para solicitar la constancia de riesgo laboral y que fue atendida de mala gana por la gerente, quien le ofreció 2 mil pesos como “ayuda”, dinero que no aceptó.
Agregó que el otro joven que subió a la azotea con César, ha dado al menos tres versiones diferentes de lo ocurrido, lo cual han corroborado con testimonios de sus compañeras de trabajo y con empleadas de una tienda de enfrente, que lo escucharon decir cosas distintas.
Acusó que la gerente ejerce malos tratos hacia los trabajadores, además de que no se les proporciona lo necesario para realizar tareas como la limpieza de la azotea, por ejemplo equipo de protección personal para evitar un accidente como el que cobró la vida de César.
Debido a ello, presentaron una denuncia contra el IMSS y otra contra la tienda para que se investigue y esclarezca cómo ocurrieron los hechos en el establecimiento, si hay responsabilidades del patrón, y si hubo negligencia en la atención médica que recibió.
Aunque están conscientes de que iniciar este proceso legal puede retrasar la entrega del cuerpo de César, su deseo es que se le haga justicia y que no se repitan estos hechos con el resto de las y los trabajadores de la tienda y con derechohabientes del IMSS.