Diputados se pronunciaron a favor de que haya penas más severas contra los vecinos “ruidosos” como en Jalisco, sin necesidad de llegar a castigarlos con cárcel sino aplicando trabajo comunitario como sanción.
En San Luis Potosí ya existen leyes y reglamentos para sancionar a quienes generen ruido por arriba de los niveles permitidos, pero lamentablemente las autoridades no las aplican, dijeron los legisladores Jesús Cardona Mireles de MORENA y Héctor Mendizábal Pérez del PAN.
En Jalisco se aprobó una Ley Contra Vecinos Ruidosos con sanciones de hasta 36 horas de arresto y multa, por lo que los legisladores potosinos dijeron que es una buena iniciativa para combatir la contaminación auditiva que es muy común en la actualidad y ninguna autoridad atiende.
El presidente de la Comisión de Ecología diputado Jesús Cardona señaló que un claro ejemplo de que nadie respeta la ley es que existen antros cerca de escuelas e iglesias como en el área de Tequis que entre otros problemas causan mucho ruido al grado que los vecinos se han manifestado y nadie les hace caso.
“Ahora ya cualquier persona puede adquirir equipos de sonido que ocasionan mucho ruido y tienen fiestas hasta altas horas de la noche causando un gran malestar, la gente se queja y no pasa nada, como no pasa nada en muchas otras situaciones de violaciones a la ley”.
El diputado Héctor Mendizábal Pérez expuso que existen algunas normas relativas al ruido en cuanto a zonas residenciales y horarios, que están en el Bando de Policía y Buen Gobierno, pero poner esas medidas en una ley y tipificarlas como delito, es otra cosa.
“Eso puede ser materia de una sanción administrativa, una multa o intercambiable por trabajo social, pues la cárcel ya es otra medida que no sería la más adecuada; controlar el exceso de ruido en ciertos horarios es responsabilidad de la autoridad y los fines de semana abundan las quejas de fiestas con exceso de ruido, sin que haga nada”, dijo.
Por ello, es conveniente agravar las penas contra los “vecinos ruidosos” para que paguen sus multas con trabajo social, sin necesidad de llegar a la cárcel.