Según el director de Comercio del Ayuntamiento capitalino, Jorge García Medina, el número de vendedores “toreros” ha descendido en el Centro Histórico. “Los hemos contenido”, expresó.
Tales vendedores son llamados así porque “torean” a los inspectores y transitan por calles con mayor movimiento de peatones, como el pasaje Miguel Hidalgo o Ignacio Zaragoza, y suelen llevar su mercancía –generalmente perfumes “originales”, ropa “de marca” o accesorios telefónicos en bolsas plásticas oscuras para no llamar la atención.
Suelen abordar a sus posibles clientes obstruyéndoles deliberadamente el paso para obligarlos a detenerse y ofrecerles sus productos a bajo costo; tal actividad no está permitida.
Cabe citar que también empleados contratados por compañías telefónicas deben contar con un permiso para ofrecer productos o servicios en vía pública, pro aun así suelen abordar a peatones en áreas de mucho movimiento, tales como cruceros.
Inclusive, los repartidores de volantes deben contar con un permiso, y no están permitido que operen en calles del Centro Histórico.
Con respecto a los vendedores “toreros”, García Medina citó que a pesar de la supervisión de los inspectores hay algunos que se cuelan, pero en cuanto son detectados se les retira y retira parte de su mercancía. “Los hemos contenido, ha descendido su número; hay días que tenemos uno o dos, pero ha bajado…”.
Señaló que el personal de inspección tiene una tarea muy importante que desempeñar para procurar el orden comercial, no solamente en el centro de la ciudad sino en el resto de la ciudad.
Expusoque, por ejemplo, se ha logrado un gran avance en las tareas para evitar que el comercio establecido saque su mercancía e invada banquetas o arroyo vehicular con ella o con anuncios u otros objetos.
Dijo que se ha procedido también por quejas de vecinos e, incluso, en los alrededores de hospitales donde se obstruye inclusive el paso no solamente de personas en silla de ruedas.
Indicó que había sitios donde ya era costumbre arraigada el invadir la vía pública con mercancía –citó, por ejemplo, el Ecomercado-, pero esas situaciones se han ido regularizando aunque, en los casos de reincidencia, se ha procedido a aplicar una multa.