Cargando la imagen de la Virgen de Guadalupe, decenas de niños adolescentes y adultos que pertenecen a la escuela de Educación Especial, Rafaela Arganíz, peregrinaron por toda la calzada de Guadalupe para abogar por la sensibilización de la sociedad hacia las diversas capacidades diferentes que enfrentan. Piden no ser más estigmatizados por la ciudadanía, ni por las autoridades que día con día, los discriminan.
El profesor Gabriel Morales, explicó que esta institución educativa acudió a la invitación que hicieron organizaciones civiles para conmemorar el día de personas con discapacidad que se conmemora este próximo 3 de diciembre. Ahí estuvieron presentes, varias agrupaciones interesadas en cambiar la percepción que se tiene hacia las personas que enfrentan otras condiciones de vida.
Son alrededor de 200 personas las que atiende la escuela Rafaela Arganíz en esta capital potosina, que atraviesan por una discapacidad intelectual, parálisis cerebral, y problemas neurológicos, se localizan en una zona catalogada como área rural y aunque son una institución de educación privada, muchos de los estudiantes enfrentan condiciones precarias de vida.
"Tenemos desde los 0 hasta los 78 años de edad, que es el más grande, y el llamado que queremos hacer, es que se concientice a la ciudadanía hacia las personas que enfrentan capacidades diferentes, porque suelen vivir fuertes dificultades y además no se les presta la atención que merecen, no hay inclusión no se respetan los accesos para las sillas de rueda y diversas cuestiones que viven día con día".
En esta peregrinación donde todos acudieron a suplicar a la Virgen de Guadalupe su intervención para que la ciudadanía reflexione acerca de la forma en que tienen que ser tratados, básicamente con respeto e inclusión "queremos hacer conciencia a toda la ciudadanía, para poder dirigirse a todos ellos, porque los estigmatizan y los ven feo, hay muchos paradigmas porque no saben enfrentar su situación".
Incluso hizo mención de una anécdota que ocurrió apenas el día jueves 30 de noviembre, en que uno de los estudiantes de la escuela, se subió al camión y no traía el dinero completo para pagar su pasaje, lo bajaron de manera insensible y sin comprender a estos jóvenes que diariamente sufren y viven condiciones precarias económicos, de salud y por mala voluntad de la sociedad potosina.