Con una solemne peregrinación, encabezada por el Rector y Párroco de la Basílica de Guadalupe, Pbro. Gabino Medina Portales, dieron inicio los 46 Rosarios en honor a la Morenita del Tepeyac, en la Basílica-Santuario Parroquia que lleva el nombre de la Reina de México y Emperatriz de América, por lo que se realizó una "Peregrinación de Antorchas”, siendo el punto de reunión la emblemática “Caja del agua”, hasta llegar a la Basílica de Guadalupe, donde se celebró una solemne Misa por el inicio de los 46 Rosarios, la cual fue presidida por el Arzobispo Emérito de San Luis Potosí, Mons. Luis Morales Reyes.
Se exhortó a los fieles guadalupanos a rezar estos 46 Rosarios, los cuales son una bella tradición de antaño, muy arraigada en San Luis Potosí y en México.
El origen de esta devoción es muy antiguo. Data del siglo XIX. En sus inicios se comenzaba esta Devoción con una verbena en el Jardín del Santuario.
Es un número simbólico para representar el número de estrellas impresas en el manto de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. La devoción se conserva hasta el día de hoy; como un encuentro de fe; es una práctica muy Mariana y Cristológica, por tanto, agradable a Dios, ya que por medio e intercesión de nuestra Madre Santísima, consta que se han alcanzado innumerables favores.
Esta venerable tradición inicia a partir del día 28 de Octubre y culmina con la fiesta de Santa María de Guadalupe, 12 de Diciembre, con lo que se suman los cuarenta y seis rosarios.
Indicó el Pbro. Gabino Medina Portales que el Rosario es la devoción mariana que ha gozado de más preferencias en la piedad popular y ha sido más recomendada por la Iglesia. Consiste en meditar veinte episodios o misterios de la vida, pasión y muerte de Cristo (incluyendo los Misterios Luminosos sugeridos por el Papa Juan Pablo II.) relacionados con Santa María, intercalando en cada misterio un Padre Nuestro y diez Aves Marías.
El rosario, además de cultivar, orientar y alimentar nuestra fe en Cristo nos ayuda a profundizar la trascendencia del Milagro Guadalupano, y nos permite sentir la presencia amorosa de Nuestra Madre, para su pueblo mexicano.
Mons. Luis Morales Reyes, dijo que cada Misterio del Rosario debe ofrecerse por la paz en nuestras familias y por la paz de nuestro país, que tan lastimado está, pues hoy más que nunca necesitamos ser portadores de paz. Señaló el Arzobispo Emérito de SLP.