A casi trece años de que en México se eliminó la pena de muerte del texto de la Constitución y del Código de Justicia Militar del país, potosinos y potosinas coincidieron en que el Poder Legislativo, debería impulsar el retorno de ese tipo de castigos, para quienes cometen delitos como homicidios o secuestros.
En un sondeo realizado por El Sol de San Luis, habitantes de la capital del Estado, dicen sentirse inseguros en la ciudad, y opinan que con leyes severas como la pena de muerte, bajarían los índices delictivos.
Además aseguran que por la corrupción en los sistemas penitenciarios, los delincuentes continúan operando desde las cárceles, por eso es mejor acabar “desde raíz” con los problemas que generan, remarcaron.
¿A favor o en contra de la pena de muerte para violadores y asesinos?
Víctor Galicia, destacó: “estoy a favor porque se reducirían los asesinatos y tanto crimen organizado que existe en San Luis Potosí. No me siento seguro, así es que los diputados y senadores ya deben ponerse a trabajar en leyes que realmente beneficien.
María Elena Castillo, indicó: “estoy a favor, porque así los delincuentes ya no le harían daño a nadie. Yo no me siento segura aquí, y creo que si la pena de muerte regresa a México, los índices de inseguridad bajarían”.
Adrián Hernández, sostuvo: “yo estoy a favor porque muchas desde las mismas cárceles estar operando, entonces ya mejor es acabar eso como luego dicen desde raíz. SÍ bajarían los índices delictivos”.
Fermín Martínez, destacó: “estoy a favor porque a lo mejor así disminuyen los delitos, que nos mantiene con miedo todo el tiempo”.
Álvaro Santos, coincidió: “estoy a favor, pero depende del delito, yo no me siento seguro, uno sale y se anda cuidando de todo, de las personas y las mismas autoridades son las que no actúan y hay mucha corrupción”.
Fue en el mes de diciembre del 2005, siendo presidente de la República Vicente Fox, cuando el Gobierno de México formalizó la eliminación de la pena de muerte del texto de la Constitución y del Código de Justicia Militar del país.
En México la pena de muerte era aplicada desde tiempos prehispánicos como resultado de cometer faltas graves. Fue en Coahuila, en 1961, que se realizaron las últimas ejecuciones en el país, aunque en la Constitución aún se leía hasta el 2005 que fue abolida dicha ley.
El último que pagó con la muerte sus culpas fue hace 57 años; se trató de José Isaías Constante Laureano fusilado en el paredón de la Sexta Zona Militar, en Saltillo, Coahuila a las 4:30 horas del 9 de agosto de 1961, por asesinar en estado de ebriedad, a dos de sus compañeros, un superior y un soldado.