- En México no están en riesgo los periodistas por criticar al Estado; no tengo filias ni fobias políticas, pero las cosas hay que decirlas como son
- En el Sol de San Luis, comparte su trayectoria y anécdotas: el Cuarto Oscuro, la experiencia más maravillosa de mi vida
Le gusta el vodka y el tequila, que raspen la garganta y el cuerpo los sienta cuando ingresan y calientan los órganos; aficionado a los chocolates Costanzo y a las enchiladas, que siempre lleva a su natal Fresnillo para compartir en familia. Pero lo que en realidad ama, es la fotografía, su vida, su razón de ser, su historia.
Es Pedro Valtierra, el fotoperiodista más reconocido en México y otros países, un artista de nivel global, un inconforme permanente, que ha sido testigo en primera fila de las grandes transformaciones sociales en varios países y en cuya lente, están inmortalizados los grandes momentos del último tramo del siglo XX y lo que va de este.
Vino a San Luis Potosí a presentar el número 172 de la revista Cuarto Oscuro, editada por su agencia del mismo nombre, donde hace un homenaje a su maestro el potosino Javier Vallejo, otro ícono del fotoperiodismo mexicano; después, cerca de la media noche, caminamos del Instituto Potosino de Bellas Artes al periódico El Sol de San Luis.
En la noche lluviosa y con viento, Pedro Valtierra se apresuró sobre la banqueta destruida, cuidando su bolsa, precisamente de los chocolates mencionados, donde guardaba su laptop y una pequeña mochila con cosas personales. Su cabellera larga y gris, danzaba al ritmo violento del ventarrón.
De voceador en Fresnillo y bolero en Los Pinos a ser el fotoperiodista más reconocido en México y otros países. De fotografiar a las misses en situaciones chuscas brincándose por la ventana a tener el cañón de una ametralladora en su cabeza durante una cobertura en Managua; de capturar los momentos más icónicos del subcomandante Marcos a hacerle un fotoreportaje al doctor Nava. Así, la vida de un periodista y un maestro de la fotografía.
Adicto a la portada
Pedro Valtierra empezó joven y rápido le gustó el periodismo. “vendía periódicos en Fresnillo en 1967, el Sol de Zacatecas y también ahí vendí el Heraldo y otras revistas, eso me acercó mucho a la fotografía viendo fotos; en México me aficioné a la foto. Primero me compré mi cámara y en la secundaria hacía un periódico estudiantil, ahí lo tengo guardado y estuve en el CCH donde hacía otro periódico con estudiantes. Después me metí a trabajar como fotógrafo en Presidencia de la República, más bien no me metí, entré de bolero en Los Pinos, c conocí el laboratorio y ahí subí. Estaba Luis Echeverría de Presidente”.
“En 1972 empecé a dejar de bolear y ya me hice conserje y conocí el laboratorio y luego ya aprendí a revelar y a imprimir y a todas esas cosas de laboratorio, del cuarto oscuro y luego ya entré al Sol de México en el 77 a los 22 años. Estaba de director de periódico Benjamín Wong y estaba jefe de fotografía Javier Vallejo y Salvador González; ahí incursioné en el periodismo, que ya me gustaba, pero donde me fascina es cuando llego, cuando estas en la redacción, cuando vi mi primer foto”.
“El primer día que tuve en El Sol con una cámara, le platiqué a Javier, que me prestó Héctor Mújica, yo no llevaba cámara, me la prestaron, me mandaron a hacer vida cotidiana, era marzo precisamente, me fui a Chapultepec, no traía exposímetro, calculé, mas o menos sabía, conocía ya el asunto de la foto y tomé la primera foto y me la publicaron en portada, la primer foto que yo tomé, bueno tomé 20 fotos; Wong se sentó y había una mesa enorme en el centro de la redacción, veía las fotos, todavía la revisaba y escogió y me fui a portada con la primera de las 20 que tomé”.
“Era una foto de unos niños, la tengo ahí, el negativo se quedó en el Sol y yo tengo el periódico, era una foto de unos niños bañándose, estaba la primavera, ahí en Chapultepec encima de unas piedras y ahí la tomé, entonces la publicaron, en portada mi primer día y todavía ni firmaba nada”.
Desde ese día, Pedro Valtierra se hizo adicto a la portada. “Me encantó la portada y esa es una de las cosas que nadie entiende; el periodismo es algo que no entienden muchos, por eso no creas que somos muy normales pero si la gente dice “oye usted es raro” y pues si, soy periodista, la adrenalina, el gusto, se me metió”.
Trabajó también la “nota roja”, la sección policiaca. “Nos íbamos en la ambulancia de la Cruz Roja y luego había 10 o 20 heridos o muertos y en la ambulancia de la prensa se subían heridos y muertos, entonces tu veías ahí huesos, sangre, dolor. No se pierde la emoción; ahora, después de tantas cosas, como que si te da dolor ver tantos muertos, porque es muy feo. Nunca el dolor de la gente, vives con el dolor. Tengo pesadillas por ejemplo, nunca he ido con un psicólogo, porque he visto cosas feas y desde El Sol, desde que empecé, me ganó el periodismo por el hecho de que te publicaran”.
En El Sol de Medio Día, el director Carlos Figueroa me tenía mucha confianza y me empezaron a impulsar para hacer cosas; por ejemplo, en el Miss Universo, estábamos hospedados en Cocoyoc, en el mismo hotel donde estaban las misses, me hacía amigo de ellas y les tomaba muchas fotos informales, poniéndose sus trajes de baño, arreglándose, brincándose por la ventana y eso les encantó y para mi eso fue una gran oportunidad porque me dijeron “vas a ir al Miss Universo” en Acapulco; soy privilegiado porque me dieron muchas oportunidades”.
“Después del sol me fui a Uno Mas Uno, y ahí fue una etapa muy importante porque tuve la oportunidad de viajar; estuve en Nicaragua, prácticamente conocí Centro América, estuve en África, fui a la República Árabe Saharaui Democrática, estuve en Guatemala, Cuba, en muchos lugares, viajábamos haciendo reportajes. A los 23 años me tocó estar en la guerra en Nicaragua muy joven; cuando reviso mis fotos y veo mi trabajo, te das cuenta que te faltó mucho, la juventud, cuando uno es joven pues es muy apresurado y ves cosas y los mas importante es tranquilizarte un poco y claro cuidarte”.
La ví cerca
Las coberturas en zonas de conflicto le enseñaron cosas, “a ser paciente, a no apresurarte, sobre todo cuando ya regresas y vives un periodo como de crisis, te das cuenta de que tienes que ser exageradamente cuidadoso y procurar ver con mucha mas calma cualquier cosa que tengas, no apresurarte. Nosotros los periodistas siempre estamos en el acelere, siempre parece dinámica, aunque tengas el rollo o la cámara o la tarjeta rápida, eso te queda corto, siempre tenemos ese rollo de la rapidez y el reportero también”.
Pedro Valtierra hace memoria de los momentos complicados que le han tocado vivir. “Estuve dos veces a punto de morir; en Managua estábamos saliendo con una fotógrafa Norteamericana -Susan Meiselas- de una zona controlada por los sandinistas, esta chava que es muy famosa había conseguido entrevista con uno de los comandantes y como no quería llevar a ningún personaje me dijo “vamos” y le dije “si, te acompaño” porque no puedes andar solo; estábamos saliendo en la tarde y de pronto nos empiezan a balacear, estábamos saliendo acompañados de unos guerrilleros que nos llevaban hasta donde ya podías irte solo y nos empezaron a disparar, me tiraron al suelo, me empujó uno de ellos, me caigo en el suelo y había un tronquito y ahí me acomodé y me estaban disparando a mi y veía como pegaban las balas y decía “que miedo”, o sea no se cuanto tiempo estuve ahí, mis cámaras a dos metros y no puedes ni sacar la mano porque te tiran; parece que mataron al francotirador, no se”.
“En otra ocasión saliendo de Managua traíamos whiskys que nos vendían en el mercado negro era muy barato y cigarros, el carro era usado casi siempre por cuatro personas, nos juntábamos para pagar los gastos y cuando llegabas a un retén de guerrilleros o de soldados pues sacabas tu cigarro y ya te pedían uno y les dabas, hacías relaciones y los entrevistabas y te dejaban pasar. Nosotros hicimos eso y unos paramilitares nos vieron y nos pararon adelante, nos bajaron a la cuneta, golpearon al fotógrafo que iba manejando que era de la revista Newsweek, el tipo se sube a mi cuerpo asi tirado en el suelo y me ponen la ametralladora en la cabeza y me dice “ahora si mexicanito hasta aquí llegaste”; confiaba en que no nos mataran porque estábamos en la orilla de la carretera y había carros todavía circulando y eran las 10 de la mañana, pero tener el fusil en la cabeza dije “pues hasta aquí llegué”, en ese momento piensas toda tu vida y te da una calma, tranquilísimo estaba, absolutamente tranquilo. Nos dijeron “váyanse” me pidieron el pasaporte, se los enseñé, y ya nos fuimos”.
“Después participé en la fundación de La Jornada, como coordinador de fotografía, estuve dos años ahí y salí por diferencias políticas; no estaba de acuerdo en muchas cosas que se estaban haciendo y las manifesté. En 1986 fundé la agencia Cuarto Oscuro.
¿Qué es un cuarto oscuro?
Es la esencia del fotógrafo, del fotógrafo de la prehistoria como yo, es la Catedral de la fotografía, ahí revelas, ahí imprimes o revelabas e imprimías, te pasabas horas y horas trabajando con la impresora. Siempre me gustó, es mágico, trabajas en la oscuridad para hacer luz en un foto, es como una sala de parto, donde nace la vida de una imagen capturada.
Es un ejercicio de ballet, imprimes y avientas la foto a la charola a un metro de distancia, el papel volaba y caía suavemente, meciéndose, sobre los químicos. Es la parte más hermosa que he visto en mi vida. En el cuarto oscuro improvisas, imaginas, creas, es algo realmente maravilloso, insisto, para los que venimos de la prehistoria.
Pedro Valtierra a través de Cuarto Oscurso reparte talento para todos lados, a medios en todo el país. En los inicios de la agencia, hace 36 años, mandaba los fotos en avión y el destinatario recogía el sobre en el aeropuerto. Hoy un clic todo lo resuelve.
Y Cuarto Oscuro, la agencia, sobrevivirá. “Queremos mantenerla y estamos preparándonos ante la competencia que significan las redes sociales. Eso me preocupa. Nos conviene que haya un florecimiento del periodismo clásico tradicional de México, a nosotros no nos conviene que los periódicos cierren ni las revistas; aparecen muchos blogs, no todos son importantes y aparecen muchas páginas electrónicas, si hay una generación nueva de periodistas, yo no hablo mal de la generación nueva por qué tú sabes que están incluyendo más fotos que texto y siendo fotógrafo, pienso que el texto es importante, redactar bien, escribir bien, pero a mí me da miedo este tema porque yo vengo de la prehistoria, ya no hay cuarto obscuro, uno ya va de salida pero los chavos. Apelo a la capacidad de los lectores mexicanos y a la capacidad de los periodistas algo”.
“Ahora nos acusan a nosotros, a los periodistas en general, no de ahora sino desde hace tiempo, de que con las fotos se está incitando a la violencia, se hace apología de la violencia; el gobernador de Zacatecas hizo unas declaraciones hace poco muy feas y dijo es que la prensa está aliada con los malos, de pronto no se echan la culpa a los periodistas. Yo no soy responsable de la violencia, yo no mato, Y no hay cosa más valiosa para una sociedad que se publique lo que pasa, ¿hay muertos? vamos a publicar muertos”.
“Nos están culpando a nosotros y es muy importante salir en defensa y decir: ¡espérate!, la responsabilidad es del Estado, el periodismo no se hizo para contar cosas bonitas el periodismo se hizo para contar la historia, ¿qué hubiera pasado con los judíos en el Holocausto? si lo supimos, fue porque había foto; con lo de Vietnam, lo supimos porque había foto, entonces ahora ¿por qué no vamos a publicar? Si hay muertos pues se publican Y que no nos culpen todos los días de que nosotros estamos haciendo una apología de la violencia”.
Ante las nuevas tecnologías, la fotografía sobrevivirá
Las nuevas tecnologías no están acabando con el periodismo pero si están diezmando mucho. Nosotros los vemos en la agencia, ¿qué compite con Cuarto Oscuro? las fotos de las redes. Con todos los fotógrafos de todos los periódicos, con la televisión ¿que compite? los videos de redes y de anuncios que ya no son los de antes. Las nuevas tecnologías si están cambiando el periodismo tradicional.
Los jóvenes pues ya cambiaron su conducta para ver fotos o periódicos o más bien ya no leen periódicos; en Cuarto Oscuro hasta hace poco que me di cuenta que comprábamos siete periódicos, llegaba y los subrayaba ahora solamente es mandar las portadas o les mando los temas, pero no leen nada. Ha cambiado mucho la mentalidad de la sociedad por todos estos cambios tecnológicos Y los medios cambiaron, nos afecta a los periodistas profesionales y a los fotógrafos nos hacen menos profesionales Y tenemos que ser más profesionales porque lo más importante que se va a quedar en el periodismo, es la calidad y a eso es lo que hay que apostar.
La fotografía va a sobrevivir siempre y apuesto a que sea con calidad, pero ahora corres el riesgo de qué alguien toma la foto en cualquier lugar porque ahora todo el mundo toma fotos a cualquier hora.
Las fotos que influyen en los cambios sociales
El trabajo de Pedro Valtierra definitivamente ha generado un cambio social, a través de la denuncia, del testimonio, de evidenciar la verdad. “Sería muy pretencioso de mi parte decir que si, quisiera que mis fotos funcionaran para eso. Me preocupa la pobreza, la marginación, me preocupan muchas cosas socialmente y no soy un fotógrafo comprometido políticamente, soy un fotógrafo comprometido con el periodismo con sentido social, no soy político ni pertenezco a ningún partido y sí tengo simpatías, pero soy cuidadoso y como he visto muchas cosas tengo siempre mucho cuidado. Quisiera que mis fotografías contribuyeron a cambios, si creo que sirven y creo que el trabajo de los periodistas sirve es importante para el país, ya que resuelve y nos ayuda a que las cosas no estén tan peor.
“El periodismo siempre va a servir a la sociedad y le sirve al Estado y al gobierno mismo, ya que señala las cosas. Trabajé en El Sol, en el Unomásuno y en La Jornada, periódicos que tienen simpatías y una función política y el trabajo que hacíamos, pensábamos que era un trabajo que iba a beneficiar al país, que lo iba a ayudar. Eso es lo que yo creo, que mi trabajo contribuye a mejorar la situación, lo mismo que el trabajo de todos los periodistas, independientemente de su posición ideológica, sirve y yo eso quisiera”.
En México no se persigue a periodistas como política de Estado
No cree que en estos tiempos y a pesar de todo lo que se dice, haya una persecución del Estado en contra de los periodistas críticos. “No creo que los periodistas en el periodo de Andrés Manuel –López Obrador- estén pasando por eso. Nosotros en el Unomásuno hacíamos cosas muy fuertes y si te perseguían, pero hoy ¿por qué te van a perseguir?; tenemos que ser juiciosos los periodistas, nosotros nos conocemos, conozco a todos los personajes, sabemos de dónde son, qué han hecho, en este momento la libertad de expresión no está en riesgo, hay una conducta distinta, si, cambiaron las reglas del juego, eso es indudable”.
“No defiendo Andrés, no soy defensor de ningún gobierno pero si creo que se debe de seguir al asesino de cualquier periodista, hasta que encuentren a los responsables, sí creo que ha habido políticos que han mandado matar a fotógrafos, que han matado periodistas de eso estoy seguro, te puedo dar casos examinados y no porque yo sea experto pero en Veracruz creo que si hubo por parte del gobierno varios asesinatos. En este periodo como política del gobierno, no creo que haya riesgo al ejercer el oficio por ser crítico del Estado”.
Hasta pronto
Pedro Valtierra promete regresar pronto a San Luis, tiene aquí, infinidad de amigos y una tarea pendiente: tomarse un vodka, un tequila o un mezcal, en la cantina El Radio, que se ubica en la zona de la alameda Juan Sarabia, donde Joaquín Sabina alguna vez bebió cerveza y “se dio un santo madrazo en la barra”, según cuenta la leyenda.