Desde el Siglo XVIII el Pasaje Hidalgo ha albergado la vida económica de San Luis Potosí, sobre esta vialidad se asentaron los primeros bancos, el primer “rascacielos”, negocios de extranjeros y potosinos de alcurnia; hoy se presume como el andador comercial más grande de Latinoamérica al considerar su inicio desde el Mercado República, hasta el desemboque de la zona peatonal en la Basílica Menor Santuario de Guadalupe.
La historia del Pasaje Hidalgo se remonta al Siglo XVIII, cuando se instalaron ahí los primeros comercios, aunque ha llevado otros nombres, la actual avenida Juárez es el rastro de ello, pues en un tiempo llevó por nombre Calle Juárez, y antes fue la Calle Alhóndiga. Fue en el Siglo XIX cuando se convirtió en un paso peatonal en un tramo para después comenzar a extenderse hacia el norte y el sur hasta consolidar el andador que existe hoy en día, aunque después de la Plaza de Armas cambia su nombre a Pasaje Zaragoza y a partir del Jardín Colón cambia a la Calzada de Guadalupe.
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En sus inicios, la dualidad estuvo presente en el Pasaje Hidalgo, pues albergó las más importantes tiendas de casimires y en las cercanías a la actual Plaza de Armas se instalaron edificios de estilo neoclásico con cantera y finos acabados propiedad de familias extranjeras, mientras que más al norte estaba la parte popular, con mesones, pequeños negocios de potosinos, y puestos informales que después dieron paso al mercado Porfirio Díaz en 1891, que en 1945 se convirtió en el actual Mercado Hidalgo.
Algunos de los edificios emblemáticos que alberga el Pasaje Hidalgo son el llamado “Palacio Solana” ubicado en contra esquina de Palacio Municipal, que data de la época colonia a finales del Siglo XIX, hoy se encuentra ahí una tienda de ropa; “La Exposición” en la esquina de Obregón, que data de 1909, propiedad del famoso ebanista Jorge Unna, este edificio actualmente alberga varios locales pero se encentra casi vacío desde el incendio ocurrido en 2022; en esa misma esquina en frente estuvo el “Palacio de Cristal”, que con tres pisos fue considerado el primer rascacielos de la ciudad, y fue también el primer inmueble con elevador.
Metros más adelante se encuentra el pasaje Bocanegra, nombrado así porque en él se encuentra la casa en la que nació el poeta Francisco González Bocanegra en 1824, autor del Himno Nacional Mexicano, aunque en 1967 fue parcialmente destruida y se usó como vecindad; el Edificio Villareal o Almacenes El triunfo, donde actualmente se encuentra la tienda Del Sol, sin embargo el inmueble sufrió distintas modificaciones y ya no conserva su fachada original.
Alberto Narváez Arochi, ex presidente de la Asociación Nuestro Centro, rememoró que en este pasaje existieron tiendas que son un referente para San Luis Potosí aún en estos tiempos; sin embargo, son escasos los que han sobrevivido; entre los más antiguos se encuentran la botica La Alhóndiga, ubicada en la esquina de Mier y Terán desde 1870, y el Café Selecto, en el cruce con Tomás Vargas, que data de 1959.
Narváez Arochi ubicó el auge comercial del Pasaje Hidalgo entre 1900 y los años 2000, inclusive en 1906 se creó el llamado “arco del comercio” en el cruce con Álvaro Obregón, aunque estuvo pocos años; pero para posicionarse como referente de la economía potosina ha tenido que pasar varias luchas, por ejemplo en los años ’90 hubo una protesta en la que todo el andador bajó las cortinas por tres días como protesta contra el ambulantaje que “ya era insoportable” por la invasión a la vía pública, “es un evento comercial que marcó un cambio”.
Como parte de la historia, el pasaje Hidalgo también “vivió” la Revolución Mexicana, así como la quema de la puerta del Palacio Municipal en 1986, cuando Guillermo Medina de los Santos se impuso sobre el navista Guillermo Pizzuto, “la gente se resguardó en la calle Morelos y la calle Hidalgo porque eran andadores grandes”.
Alberto indicó que a pesar de sus años de bonanza, el Pasaje Hidalgo comenzó a sufrir nuevo deterioro comercial en 2018, y aunque la actual administración municipal implementó un programa mediante el cual se han pintado grafitis para dar un toque artístico a las cortinas de los comercios, hay mucho más por hacer, como ejemplo mencionó un proyecto para techar esta calle, de modo que los peatones se protejan del sol y la lluvia, y sea más acogedor su recorrido.
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