Ni la mayoría de los conductores, ni la mayoría de los usuarios, atienden los protocolos sanitarios a bordo de las unidades del transporte urbano; pareciera que el Covid-19 no viaja en camión, ni en taxi.
Se decía que los choferes tenían la obligación de al menos portar el cubrebocas en los trayectos. De 10 unidades que arribaron a las paradas de transporte frente a la alameda "Juan Sarabia", solamente cuatro de sus conductores portaban la prenda.
"Con el calor no se aguanta, pero aquí lo traemos", dijo uno de los conductores, aseguró que al principio se les proporcionaron guantes plásticos, pero en la práctica pocos los llegaron a usar, porque eran incómodos.
Este domingo, no había personal distribuyendo gel a los usuarios del transporte, como se había anunciado, ni lo había a bordo de las unidades. Algunos usuarios descendían y se untaban gel antibacterial que llevaban consigo, pero nada más.
No había más cuidados sanitarios, ni al abordar ni al descender, y ya muy pocos usuarios utilizan el cubrebocas. El regreso a la "nueva normalidad" fue, para la mayoría, un regreso a una normalidad, la normalidad de siempre.