Con la llegada de la fase tres de la contingencia sanitaria ocasionada por el virus SARS-Covid-2, funerarias y crematorios se preparan para el inminente incremento de servicios funerarios, ya que tienen plena conciencia de que en estos momentos la entidad enfrenta un gran problema de salud pública, donde se verán “apagadas” la vidas de muchos pacientes diagnosticados con este virus.
El estado de San Luis Potosí cuenta con un total de 171 funerarias y crematorios en toda la entidad, según datos ofrecidos por el INEGI, en su Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas, DENUE. De éstas un total de 150 establecimientos están registrados, de los cuales un aproximado de 30 negocios pertenecientes a este rubro, se encuentran dentro de la Capital Potosina, conforme lo indicado por la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios, COEPRIS.
Ante la alarmante situación de crisis sanitaria en la que se encuentra nuestro país y por ende la localidad, servicios funerarios, explican cómo se están preparando para la gran demanda de servicio que enfrentarán las próximas semanas. Funeraria “San José”, una de las tantas capillas fúnebres del municipio, está al tanto de la disposiciones oficiales que otorgó la Secretaría de Salud, donde quedan enteramente prohibidos los funerales presenciales, y los cuerpos hasta el día de hoy han sido inhumados e incinerados.
“Tras el comunicado oficial, y desde el inicio de nuestras operaciones como funeraria, estamos conscientes de lo que sucede ante la pandemia del Covid-19. Al momento no nos ha tocado dar servicio a algún caso por fallecimiento de Coronavirus, al día de hoy las cifras indican que las defunciones por este virus son pocas, pero estamos pendientes de lo que pueda pasar. Sé de varias funerarias que ya solicitaron grandes pedidos de bolsas mortuorias para enfrentar esta contingencia. sin duda estamos previniendo muchas cosas para lo que se viene”.
Asimismo señalaron que las familias que se han visto en la triste necesidad de adquirir un servicio fúnebre, optan por incinerar a sus seres queridos, “Hay mucho temor en la población y se entiende, aparte, es una situación desoladora que no se le puede decir adiós a algún familiar, para guardar la sana distancia. La cremación les permite, por lo menos llevar a casa, la esencia de quien en vida les acompañó”, indicó don Jesús Jiménez administrativo del lugar.
De igual forma puntualizaron que “Si se opta por contratar un servicio de cremación directa sin visitación o velatorio, el proveedor fúnebre debe ofrecerle un cajón de madera rústica o madera laminada de bajo precio o un contenedor alternativo no metálico, por derecho. El costo por proceso de incineración, oscila entre los seis mil pesos, hasta los 13 mil, todo depende del peso y tamaño de la persona y por supuesto de la urna”.
El proceso de cremación varía según la complexión del difunto, se dispone el cuerpo dentro de un horno que tiene una capacidad inmensa de elevar la temperatura hasta unos 870 a 980°C, y el proceso puede llegar a durar de dos o tres horas. A diferencia de lo que puedan pensar muchos, a pesar de las altas temperaturas, el cuerpo del fallecido no queda hecho cenizas por completo, y para ello tiene que triturarse el resto carbonizado que haya quedado.
El protocolo sigue siendo el mismo, las medidas sanitarias sólo se reforzaron, y las funerarias y el personal de éstas, cuentan además con equipo de protección profesional. El servicio se sigue otorgando, por obligatoriedad sólo se pide a una persona acudir a realizar el trámite funerario.
“En el caso de inhumación, el proceso de preparación del cuerpo sigue siendo el mismo, a diferencia de que no hay servicio funerario, ni entierro multitudinario, sólo se permite a un familiar por el momento. Se extremaron precauciones y para ello usamos aditamentos médicos de protección, al momento del entierro de igual forma. Este servicio varía su costo debido también a la urna mortuoria que deseen utilizar, el costo está entre los 9 mil y hasta los 25 mil pesos, para quienes tienen gustos caros. Pero deben recordar una cosa, debido a que no se están realizando servicios fúnebres tradicionales, los precios deberían ser un poco más accesibles”, comentó encargado de la funeraria.
RECOMENDACIONES
Tras la evidente carga de trabajo que tendrán la funerarias, embalsamadores de este establecimiento compartieron qué tipo de protocolo sanitario realizan al elaborar una jornada de trabajo en su día a día, por supuesto, bajo el complejo esquema de la propagación del virus Covid-19.
”Primero tenemos que evaluar el riesgo durante el proceso de cuidado mortuorio. Tener un acercamiento con la familia, para explicarle el contexto que estamos padeciendo y el por qué de las limitaciones, pero sobre todo respetando sus creencias religiosas.Tenemos que asegurarnos de estar bien protegidos, pese a que el difunto no haya muerto por alguna enfermedad respiratoria, ahora más que nunca debemos extremar precauciones”.
Para los fallecidos por Covid 19, el proceso mortuorio y cuidados del cuerpo son más complejos. “Hasta el momento se nos ha indicado estar atentos ante los requerimientos locales y estatales, que dictan el manejo de un cadáver por Covid-19, extremar medidas de seguridad sanitaria, y bueno, el cuidado previo y de traslado hacia la funeraria, para que el difunto pueda ser preparado”, señalaron.