En la conferencia A perpetuidad?, Camposantos y cementerios desaparecidos que ofreció Josué David Martínez Mejía, cronista honorario de San Luis Potosí en el Museo Francisco Cossio Lagarde, destacó la importancia del panteón del Montecillo, por haber enterrado ahí al primer gobernador potosino Ildelfonso Díaz de León y a Juan del Jarro.
“Yo podría pensar que históricamente existió el cementerio de El Montecillo porque en él fue sepultado nuestro primer gobernador y del personaje icónico de las calles Juan del Jarro que ahora se encuentran los talleres del ferrocarril, cerca de la casa redonda”.
El cronista hizo un recuento de los primeros puntos en que se encontraban los cementerios en la ciudad que fueron las iglesias, eran los conocidos camposantos, enseguida los hicieron fuera de las sedes eclesiásticas, en lugares improvisados, esto ocurría porque se presentaban diversas enfermedades.
“Se detonan algunas epidemias y entonces era emergente tener que construir estos espacios, porque la mortandad fue muy fuerte y pues trajo consigo la construcción de cementerios extramuros y ya después con la aparición de primero con la instauración de las Leyes de Reforma la Iglesia perdió la administración de estos espacios, quedaron en el orden civil, y se creó el panteón municipal del Saucito que fue el que a la postre trajo el cierre de todos los demás”.
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En tiempos antiguos cuando los barrios eran villas se localizaban los cementerios, de donde dijo hay personajes muy interesantes que fueron enterrados en ellos, por ejemplo los más importantes serían en el cementerio del Montecillo que fue el primero ubicado fuera de las iglesias, el cementerio de Santiago que fue el primero construido en las villas y antiguo camposanto de la ciudad que estaba a un lado del Santuario de Guadalupe, otro que se llamó el panteón de Guadalupe que tenía la peculiaridad de que los sepulcros no eran bajo tierra sino en la pared, eran una especie de gavetas, no adosadas a las paredes y ahí se colocaban los ataúdes.
Consideró que muchos panteones están siendo olvidados porque antes se creía que eran lugares sagrados donde determinaban que era el descanso eterno, o la última morada, pero con el paso del tiempo la gente ya no los considera de ese tipo.