El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, TDAH, se caracteriza porque existe una dificultad constante para mantener la atención, el control de impulsos y el nivel de actividad, lo que puede causar problemas en el niño en cuanto a sus relaciones interpersonales, aprendizaje y comportamiento.

En el Instituto Temazcalli, refieren que la manifestación más frecuente es en la infancia y puede continuar hasta la adolescencia, pero se tiene el registro de que 60 por ciento de los casos llegan a la etapa adulta.

Los profesionales de este organismo atienden este problema y acompañan tanto al niño o adolescente como a sus padres y maestros; ´para ello es fundamental que sean los padres y los maestros quienes comprendan todos los síntomas y tipos del TDAH para que el niño sea atendido de manera eficiente.

Algunos de los conceptos básicos de este trastorno son la inatención, que es la incapacidad para concentrarse en tiempo suficiente como para terminar alguna actividad, tanto de esfuerzo mental sostenido como de aprendizaje.

El TDAH también tiene como síntoma general la hiperactividad, esto es la actividad motora exagerada, el niño no se está quieto y cambia frecuentemente de posición, brinca, trepa muebles o escaleras, mueve constantemente las manos y pies e incluso habla en exceso.

Con relación a esta enfermedad, se debe dejar de culpar al niño de lo que le sucede, ya que eso genera ambientes inhóspitos tanto en la familia como en la escuela que impiden dar seguimiento adecuado.

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