Cuando llegaron las primeras personas a la jornada de oración, ya había varias veladoras y flores colocadas en las escalinatas de la plaza Alttus, a unos metros del espacio donde cayeron los jóvenes que pretendían ingresar al antro Rich.
En el sitio reinaba el silencio, solamente roto por los vehículos que cruzaban la avenida Sierra Leona; luego, casi media hora después de las 19:00 horas de este martes, comenzaron las oraciones.
El murmullo por el rosario para pedir por el descanso eterno de las almas de Rodrigo y Manuel Alejandro, se fue acrecentando conforme llegaron más asistentes, familiares, vecinos, amigos de los jóvenes, víctimas inocentes de la tragedia del antro Rich.
Luego, un minuto de silencio y una plegaria desgarradora: "¡¡¡Vuela alto Manuel", "¡¡¡Vuela alto Rodrigo!!!"
Aunque quizá se esperaba una asistencia mayor, luego de la convocatoria divulgada en redes sociales, en el sitio se reunió menos de un centenar de personas: Todas aguardaron el inicio del rosario y aguantaron a su término ya cuando la noche, la oscuridad, comenzaba a abarcar la zona poniente de la ciudad.
También se pidió por el alivio de aquellos que, iguales víctimas de la negligencia, continúan hospitalizados, dos de ellos graves y uno más muy grave según diagnósticos divulgados horas antes.
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Las escalinatas de la plaza Alttus se convirtieron en el altar improvisado, desde el cual todavía se podían observar vestigios de la tragedia; restos de vidrios, de manchas hemáticas… de dolor.
Pero también sirvieron de palestra para Juan Ramón Infante, padre de Manuel Alejandro, para exigir que esta tragedia marque precedente para que este tipo de lugares –y señaló con su dedo hacia el clausurado antro Rich, justo enfrente- y reclamó a las autoridades sus omisiones, sus simulaciones.
Reveló que aunque el antro Rich operaba sin permisos, sí contaba con uno para venta de bebidas alcohólicas de alta graduación al copeo, expedido por Gobernación.
“Vamos a exigir a los gobiernos que apliquen y realicen las investigaciones pertinentes y se finquen también responsabilidad de la plaza“, dijo. Agradeció a quienes acudieron a pedir por el alma de su hijo y la de Rodrigo.
Las velas encendidas, dicen, son conducto para guiar a aquellas almas que no estaban preparadas para morir, como Rodrigo y Manuel Alejandro.
“Hay responsabilidades compartidas entre gobierno estatal y municipal”: deudo
"Todos los padres permitimos que nuestros hijos salgan y que vuelvan temprano, pero no es posible cuando existen lugares que no cumplen con protocolos...", denunció Juan Ramón Infante, padre de Manuel Alejandro.
También reveló que el lugar a vista de las autoridades se convertía de restaurante a antro, y contaba con un permiso de Gobernación para la venta de bebidas alcohólicas, expedido en abril pasado.
Sin embargo, resaltó que hay responsabilidades compartidas entre gobierno estatal y el municipal.
"Solicitamos a la fiscal Manuela García que ponga manos en el caso y no simule, como se ha hecho en muchas ocasiones, y se ponga a trabajar en esta encomienda que exige la sociedad", expresó.
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Entrevistado al termino de la oración que se convocó en la plaza Alttus, donde se ubica el hoy clausurado antro Rich, dijo esperar que esta tragedia marque un precedente "para que en el futuro operen este tipo de lugares con protocolos, y que los padres estén seguros que sus hijos van a lugares bien".
Juan Ramón Infante describió a su hijo como un muchacho que era excelente alumno y deportista. "Dios me hizo feliz dándome a mi hijo por 21 años...", expresó.
A su vez, otros familiares, sospechan que hay algo turbio en el caso. " Queremos que se diga la verdad, que se aclare...", señaló Guillermo Alonso, familiar de Rodrigo.
De Rodrigo se dijo que era un muchacho juguetón y obediente a sus padres.