En San Luis Potosí, las ladrilleras para el moldeado y horneado de material para construcción han significado por años un fuerte estigma para quienes desde la precariedad se dedican a este trabajo considerado un riesgo para la salud del ser humano y el ambiente.
Todo ello por las emisiones contaminantes que se generan y que a su vez componen un peligro para la atmósfera, pues las ladrilleras producen un alto porcentaje de dióxido de carbono, metales pesados y compuestos orgánicos volátiles.
Actualmente el Ayuntamiento de la capital informó por medio de solicitud de información realizada a través de la Plataforma Nacional de Transparencia que la Dirección de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos realiza un registro a través de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM) de los Permisos de Operación (P.O} y, en su caso, el refrendo para emplear equipos, dispositivos o sistemas de control de las emisiones a la atmósfera para el trabajo que se realiza hoy día en algunas ladrilleras de este municipio.
El cual también consiste en instalar y operar equipos o sistemas de control de emisiones contaminantes. Todo ello para dirigir acciones que puedan resultar en el cierre total de estos espacios si llegan a presentar alguna falta o incumplimiento ante la Ley, como lo señala el Reglamento de la Ley Ambiental del Estado de San Luis Potosí en Materia de Prevención y Control de la Contaminación atmosférica, en sus artículos 9 y 25.
Hasta el momento esta Dirección cuenta con un catálogo de registro de ubicación y funcionamiento de un total de 70 ladrilleras dentro de la capital potosina, las cuales se encuentran bajo la supervisión de dichas autoridades.
Dentro de estas cifras 60 ladrilleras se localizan en la zona norte del municipio de San Luis Potosí, siendo la Colonia Pedroza y Lomas de las Palmas, las que presentan en sus áreas más de 6 ladrilleras en función, le siguen las colonias Tercera Chica, Tercera Grande y Matamoros con cuatro hornos de tabique en su totalidad.
Referente a las clausuras y seguimiento que se le da a este tipo de establecimientos, la SEGAM informó que hasta el momento los cierres de ladrilleras se han realizado en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, tras detectarse el uso ilegal residuos sólidos urbanos como combustible: envases y bolsas de plástico vacíos, residuos de vehículos, basura electrodoméstica, envases de aceite automotriz y una cantidad considerable de neumáticos.
En cuanto a la capital, solo se tienen ubicadas algunas dentro de la Zona Metropolitana, por lo cual la Dirección de Ecología continúa realizando un plan de manejo que lleve a la concientización de quienes laboran y son dueños de estos negocios, utilicen procedimientos debidos y así evitar la clausura de su fuente de trabajo e ingresos.
Es preciso puntualizar que dentro de la actual ley de ingresos 2022, no se establece alguna sanción económica en UMAS a la actividad de las ladrilleras que ocasionan estragos ambientales por la quema de residuos no permitidos.
Por otro lado, la producción aproximada en cada una de las ladrilleras es de 3000 piezas por semana, donde también se fabrican macetas, en donde el funcionamiento de los hornos realizan una quema de material que va desde las tres hasta las 36 horas de trabajo continuo.
Entre los costos que puede llegar a tener cada carga de camión de ladrillo puede variar, pero la media exhibe que por mil 500 ladrillos, el precio aproximado es de dos mil 950 pesos.