¿Y tú te quejas?...
Enfrentar la vida con algún tipo de discapacidad no es nada sencillo. Nacer en un mundo, en el que las oportunidades para las “personas diferentes”, son casi nulas, complica más el panorama.
Víctor Alfonso Cerda Niño y Alejandro González, son jóvenes con discapacidad visual. El destino los encontró hace ocho años y hoy conservan una gran amistad.
El primero potosino y el segundo un tabasqueño, que llegó a esta capital buscando una oportunidad para vivir, lejos de su familia, y con una gran meta: valerse por sí mismo, sin ayuda de nadie.
Todos los días salen a las calles del Centro Histórico de San Luis Potosí, y acompañados de un micrófono y una bocina entonan la música que llevó al éxito a cantantes como Vicente Fernández, José José y Marco Antonio Solís.
Sus “limitantes” no han sido impedimento para ser autosuficientes; acompañados, solamente él uno por el otro, llegan hasta los diferentes puntos de este lugar turístico, en donde su público ya los espera.
La música ha sido el medio con el cual, ellos obtiene recursos para poder sobrevivir. Y es que a pesar de buscar un trabajo estable, las compañías no quieren contratar a personas invidentes como ellos, “sin saber, que sí podemos”.
“Dios no se equivoca, él no me dio ojos, pero me regaló mi voz para salir adelante”, dijo con voz entrecortada Alejandro González, quien dejó a su familia en el estado de Tabasco, hace casi una década.
“La verdad es un gran esfuerzo, salir adelante, echarle ganas porque no queda. A todas las personas, yo le digo que aprovechen sus sentidos, que no hay que estar de manera negativa, hay verle el lado positivo a las cosas”, platicó Víctor Alfonso Cerda Niño.
Para ambos, la vida no sido “un pasaje sencillo”, pero el valor y el deseo de superación, los ha hecho levantarse, aún cuando en ocasiones la depresión ha invadido sus días.
“La música es una manera de transmitir lo que uno siente, lo que llevamos dentro”.