Peatones y usuarios del transporte quienes corren un grave riesgo al caminar y abordar unidades en paraderos -habilitados improvisadamente en camellones-; automóviles particulares, comerciales y de emergencia, detenidos a diario y a todas horas en la congestión vial que se genera en cada una de sus intersecciones; así como negocios que han visto estancada su actividad comercial; son solo algunos de los conflictos que genera el proyecto de regeneración de la avenida Himno Nacional.
El problema principal radica para muchos en que la intervención no se ha realizado por tramos, por el contrario, los trabajos se han llevado a cabo en trechos, que en algunos momentos han ido prácticamente desde San Juan de Guadalupe hasta la glorieta González Bocanegra.
Ante esto, la titular de la titular de Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas, Leticia Vargas Tinajero ha argumentado que “esto se debe al prolongado tiempo que se necesita para que el fraguado del concreto, que una vez vaciado debe esperar a que sea abierto a la circulación sin riesgos de daño”.
En recorrido realizado por El Sol de San Luis en diversos momentos, pudo observarse que uno de los peligros más graves es generado por la necesidad de abordar el transporte público, mismo que debe hacerse en los camellones, debido a que algunas de las vías han sido habilitadas como de doble carril.
De igual forma, maquinaria pesada obstruye las calles que permitirían la fluidez del tráfico, como puso observarse este jueves en la esquina de Mariano Jiménez, frente a una casa de empeño.
El proyecto -controvertido desde un inicio por temas ecológicos- dio arranque desde el 21 de junio del año pasado y fue anunciado como “la modernización integral de cinco kilómetros, con concreto hidráulico, ampliación a 12 metros, iluminación con lámparas led y modernos señalamientos”; hasta ahora, debido a la duración de los trabajos, este se ha convertido en un dolor de cabeza y pesadilla para comerciantes de la zona, peatones y automovilistas.
Actualmente pueden observarse cierres, no solo para acceder a la avenida Himno Nacional, sino calles atrás, en vías adyacentes, el bloqueo se hace con piedras con el consecuente riesgo para los vehículos de tránsito local.
Los vehículos tienen que esperar varias veces el color verde de los semáforos para poder pasar, en los autos particulares esto genera desesperación e impaciencia, sin embargo, para los casos de transportes de emergencia, como ambulancias, bomberos o policía, esta situación se convierte en peligrosa.
Finalmente, la señalética que se improvisa es con cartulinas fluorescentes, lo que genera que, en unas cuantas horas, estas se encuentren desechas por la acción del viento o de la misma gente que las destruye.
A simple vista puede observarse que los trabajos continuarán por muchas semanas más, esto en cada uno de los múltiples tramos que se intervienen en la vía que en su tramo más complicado divide a varias colonias con el centro histórico de la ciudad capital.