El diputado José Luis Fernández Martínez señaló que el proyecto de la presa La Maroma en el altiplano potosino, puede calificarse como un “monumento a la corrupción”, que el actual gobierno trata de rescatar para que finalmente se culmine y beneficie a los habitantes del altiplano, como era la intención.
“En ese caso en específico se empezó al revés, porque antes de construir la cortina se construyó la planta potabilizadora que no tiene agua para potabilizar y tampoco está terminado el acueducto, es decir, no hay algo que se pueda considerar como un avance significativo”.
Expuso que “hay circunstancias en ese sitio que hacen pensar que estamos ante un monumento a la corrupción, donde la administración gubernamental actual está investigando e incluso hay denuncias con respecto a la obra, que seguramente se van a procesar como debe ser”.
Fernández Martínez expuso que “lo más importante es que se aprovechen los recursos invertidos en ese sitio a favor de los habitantes de la zona que por su situación geográfica se encuentran en medio del desierto y aún así, Matehuala cuenta con el organismo de agua más eficiente del estado”.
“Ya quisiéramos en San Luis Potosí capital tener un organismo con esa eficiencia; en la presa La Maroma, ojalá que la administración actual tenga la capacidad de desarrollar el proyecto y llevarlo a un buen término, para beneficio de todos los habitantes de esa importante región del estado”, puntualizó.
¿En qué consistía el proyecto?
El plan consistía en la construcción y operación de una presa de almacenamiento, denominada “La Maroma”, ubicada a 34 km al suroeste de Matehuala, cuyo objetivo era abastecer de agua potable a una zona de riego de 445 hectáreas, así como a la ciudad de Matehuala.
La superficie prevista fue de 10.5 hectáreas, que se refiere únicamente a la cortina de la presa, la distancia entre el arroyo Jordán -sobre el que se construirá la cortina- y el sitio del proyecto es de casi 17 km.
La obra se anunció en abril de 2013, se retomó en 2017 y no se concretó. Se dispusieron cien millones de pesos del presupuesto federal, pues esta obra fue una de las promesas de campaña de Enrique Peña Nieto que como presidente de México no cumplió.