Nueve Sacerdotes celebraron su XXV aniversario de Ministerio

Los Arzobispos, clero en pleno y todo el pueblo de Dios se unieron en oración por ellos

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

  · sábado 24 de junio de 2023

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

Con una solemne concelebración Eucarística presidida en la S.I. Catedral metropolitana potosina, presidida por el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, acompañado del Arzobispo Emérito, Monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, nueve sacerdotes celebraron sus Bodas de Plata Sacerdotales, ellos son: P. José Juan Morales Trejo, P. Óscar Rocha Velázquez, P. Rubén Pérez Ortiz, P. Marco Antonio Luna Aguilar, P. Tomás Cruz Perales, P. Francisco Javier Ojeda Magaña, P. Francisco Correa Galván, P. Juan Jesús Priego Rivera y P. Lino Rico Rostro, éstos dos últimos no estuvieron presentes, pues uno se encuentra en Roma, y otro en Estados Unidos, pero desde donde están se unieron a esta magna celebración por sus 25 años de darle el sí definitivo a Dios a través de su Ministerio Sacerdotal.

Al celebrar el día del natalicio de San Juan Bautista, único santo mártir al que la Iglesia Católica Universal le celebra su nacimiento, (a excepción de la Santísima Virgen María), los Sacerdotes celebraron con un espíritu lleno de gozo espiritual y santa alegría, su XXV aniversario Sacerdotal en el marco de esta magna festividad y solemnidad.

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

Los Arzobispos, clero en pleno y todo el pueblo de Dios se unieron en oración por ellos, agradeciéndole al Señor el don del Sacerdocio; se les felicitó y se les agradeció su firme y fiel testimonio Sacerdotal, que se ha convertido en ejemplo para que las nuevas generaciones de jóvenes opten por elegir a Cristo bendito en su vida a través del ministerio.

En su homilía Monseñor Cavazos Arizpe indicó: “La Liturgia que nos marca la festividad que celebramos hoy, nos invita a ser fieles al plan de Dios, sin temor y con un espíritu valiente, como lo hizo San Juan Bautista que sin miedo alguno denunció todo tipo de corrupción, falta de moral e incluso adulterio, a costa de su propia vida, de ahí que fuera decapitado. Que su ejemplo nos sirva para servirle al Señor a cualquier precio, incluso a costa de nuestra propia vida, dedicándonos totalmente al Señor, a la manera de Cristo, sumo Sacerdote”.

“San Juan Bautista supo decir las cosas buenas y malas, no desde los planes humanos, sino desde los planes de Dios, desde los valores que nos gritan lo que es bueno y lo que es malo. Agradecemos a Dios este gran testimonio de San Juan Bautista”.

Gracias por cuánto buen consejo, cuánta semilla sembrada, por su pastoral social, por su trabajo incansable en favor de nuestras comunidades, por acercar a las ovejas descarriadas, alejadas de Dios, gracias por sus palabras de aliento, por sus silencios, por sus correcciones oportunas y prudentes; gracias por su perdón haciendo las veces de Cristo a través del Sacramento de la Reconciliación. Gracias por sus desvelos, sacrificios, esfuerzos, por su cansancio de cada día e incluso, gracias por sus regaños que nos hacen ser mejores hijos del Señor.

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

Gracias por su misión callada pero llena vida, de alegría, de plenitud, aún en el dolor, la adversidad y el sufrimiento, aceptan la voluntad de Dios Padre, gracias porque su vida es un Magníficat, al ver la voluntad de Dios en Cristo y con Cristo a través de su Ministerio Sacerdotal, que los ha querido constituir Sacerdotes para siempre, porque Él lo ha querido así, eligiéndolos para Él.

“Bendito Dios por este gran ministerio Sacerdotal que nos llena de gozo único y especial a quienes recibimos ese don, que es una gran fuerza para nuestra vida. Recuerden la vocación de Jeremías, a quien Dios le dijo, “no tengas miedo, porque Yo el Señor estoy contigo, ve y diles, te doy autoridad sobre pueblos y reyes, para que arranques y derribes, para que destruyas y deshagas, para que edifiques y plantes”.

“Estamos en gracia de Dios en el corazón de todo fiel. Bendito sea Dios que ha querido conjuntar su Sacerdocio en nosotros como Cordero y Pastor, como lo hacemos en cada Eucaristía”.

Gracias por no desfallecer y hacer penitencia en bien del pueblo de Dios, gracias por cada momento creativo que nos dan, por cada experiencia, en la que sólo la gracia de Dios les basta.

En este primer año que tengo aquí con ustedes en San Luis Potosí, he visto su cansancio, su buena disposición, su oración; he constatado su gran trabajo, admirable y fructífero. Gracias por ser fieles al Señor y dejar que entre en el corazón de cada persona, como lo hizo San Juan Bautista a costa de su propia vida, pues dijo lo que tenía que decir con suma valentía y entereza.

Gracias por hacer vida la voluntad del Señor y por responder con humildad. Gracias por su sí constante y perseverante a Dios en la persona de sus Obispos. Dios los premiará porque conoce el corazón y el caminar de cada uno de ustedes.

Nuestro Sacerdocio es una amistad con el Señor. Cómo no agradecerle al Señor que nos hace decirle: gracias, porque nos ha confirmado entre sus elegidos maravillosamente: “Tú me conoces y me amas Señor, tú me formaste en las entrañas de mi Madre, me tejiste en el seno materno y aquí estoy para hacer Tu voluntad”.