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El tema del proyecto para la declaratoria de Área Natural Protegida se ha mencionado recientemente en todos los ámbitos políticos y gubernamentales, sin que hasta ahora alguien haya tomado en cuenta a los núcleos agrarios.
El comisariado y representante de los 328 comuneros de San Juan de Guadalupe, Rodolfo Valdés García, reclamó a las autoridades agrarias y ambientales, así como al Gobierno Federal, que se respete la tenencia de la tierra y sus derechos como propietarios de parte de la superficie de la Sierra de San Miguelito.
Aseguró que hasta el momento nadie los ha tomado en cuenta para evitar que parte de sus terrenos sean expropiados de manera por demás ilegal, pues ellos tienen la tenencia y la propiedad debidamente acreditada.
De igual forma aclaró que no están en contra de la declaratoria, “el proceso, sin embargo, debe hacerse con pleno respeto a aquellos que son legalmente propietarios, que se haga valer su derecho, de lo contario es una violación a la Ley que les afectará gravemente”.
Ya en otras ocasiones, refirió, en casos como el de los terrenos de Cañada del Lobo, Casa Blanca y la colonia General I. Martínez, se expropiaron las superficies con la finalidad de beneficiar a la población “con la supuesta firme promesa de pagar la indemnización a los comuneros, sin que a la fecha hayan recibido liquidación alguna, ni de autoridades federales ni de estatales”.
Como propietarios, buscamos el diálogo con las autoridades para evitar ser despojados de nuestros terrenos, “es muy fácil disponer de la tierra ajena para ganar simpatías con el tema de una supuesta conservación ambiental, mientras se ignora el derecho elemental del respeto a la propiedad”.
Reveló que han solicitado la ayuda de diputados locales, así como de otras instancias, para tratar de que no se les despoje a la ligera de sus terrenos “la mejor solución es el respeto a nuestra propiedad, mientras que el resto de la superficie es declarada Área Natural Protegida”.
Finalmente, insistió en que tanto él, como los 328 propietarios legalmente constituidos, buscan ser escuchados, “que se reconozcan nuestros derechos, para evitar largos problemas legales, que no benefician a nadie y que solo terminarán por afectar a ambas partes”.
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